Pese a que el número de nuevos casos de Ébola en Liberia ha bajado en las últimas semanas, la epidemia está lejos de acabarse y hay nuevos focos emergiendo en el país, ha advertido hoy la organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). La respuesta internacional debe adaptarse rápidamente a esta nueva fase de la epidemia o el progreso hecho hasta hoy contra el Ébola podría verse hipotecado.
Al contrario de los países vecinos de Guinea y Sierra Leona, donde los casos van en aumento, los equipos de MSF en Liberia son testigos de una disminución en el número de pacientes de Ébola ingresados en los centros de tratamiento (CMC por sus siglas en inglés) por primera vez desde que la epidemia empezó. Actualmente, el CMC de MSF en Monrovia, conocido como ELWA3 y que tiene 250 camas, está tratando a unos 50 pacientes. En Foya, en el norte de Liberia, no hay pacientes ni casos confirmados desde el pasado 30 de octubre. Los casos podrían aumentar de nuevo como ha pasado en Guinea dónde, tras dos descensos en el número de ingresados en los centros de MSF, el número de pacientes ha vuelto a incrementarse.
“En Liberia, la repuesta internacional finalmente está llegando”, afirma Fasil Tezera, coordinador general de MSF en el país. “El apoyo financiero empieza a llegar y se están invirtiendo muchos recursos para construir centros de aislamiento para Ébola. Las unidades de aislamiento en Monrovia y otras partes del país tienen ya una capacidad adecuada y hemos de adaptar la estrategia si queremos mantenernos por delante de la curva y ganar a la epidemia. Debe ponerse en marcha un enfoque integral y más flexible, que sea capaz de responder de forma rápida y eficaz a posibles nuevas epidemias y que, a su vez, ayude a volver a poner en funcionamiento los sistemas de salud locales”.
Se deben desplegar equipos de respuesta bien equipados cuando antes para que puedan identificar nuevos focos y dar una respuesta completa, dice la organización. Esto incluye aislamiento de pacientes, seguimiento de personas que han estado en contacto con los enfermos, organización de funerales seguros, desinfección de áreas contaminadas y movilización de comunidades locales.
“En Foya creemos que este enfoque integral, además de un compromiso activo con la comunidad, ha llevado a una reducción constante de casos en todo el país”, afirma el doctor Nico Heijenberg, coordinador de la emergencia de MSF. “La confianza y el entendimiento por parte de la comunidad es muy importante para que se acepten las actividades médicas, lo que lleva a que el virus se esté conteniendo con éxito”.
Volver a poner en marcha los servicios de salud básicos también es importante para una respuesta de Ébola.
El sistema de salud de Liberia se ha colapsado por la epidemia. Muchos hospitales y clínicas están cerrados y los que funcionan rechazan a los pacientes que vomitan o tienen fiebre por miedo al Ébola. En Monrovia, MSF está adaptando su respuesta distribuyendo profilaxis y tratamientos para malaria de forma masiva. Además, ha abierto un punto para hacer pruebas de Ébola al lado del hospital público Redemption, con 200 camas, para que puedan reabrir de forma segura.
“Para reducir la expansión del Ébola es urgente que en las estructuras de salud regulares se pongan en marcha medidas de control de infecciones en zonas como los puntos de triaje; es importante evitar que muera más gente por enfermedades prevenibles y por complicaciones sin atender”, afirma el doctor Heijenberg. “Muchos de los fondos internacionales para la respuesta al Ébola están asignados para proyectos específicos. Sin embargo, los donantes internacionales y las organizaciones que están trabajando en el terreno deben distribuir sus recursos con flexibilidad para que puedan utilizarse donde más se necesitan”, concluye Heijenberg.
MSF está respondiendo a la epidemia de Ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, con unos 3.300 trabajadores en toda la región y está gestionando seis centros de tratamiento y dos centros de tránsito. En Malí, un equipo de MSF da apoyo técnico al Ministerio de Salud. Desde el principio de la epidemia, MSF ha ingresado a más de 5.600 pacientes.