En lugares donde no hay electricidad, las organizaciones humanitarias solemos recurrir a generadores diésel. Sin embargo, puede ser difícil y peligroso transportar el combustible para estos generadores a lugares inseguros y remotos. ¿Cómo podemos llevar energía sustentable a nuestros proyectos?
Desde el punto de vista medioambiental, el diésel no es una buena solución ya que los combustibles fósiles provocan emisiones de carbono. Estas emisiones son causantes del calentamiento global, que a su vez acarrea importantes problemas de salud.
En nuestro afán por encontrar una forma de desplegar energía rápidamente en situaciones de emergencia, nuestro personal de logística ha probado una posible solución innovadora en forma de contenedor con paneles solares extensibles. Es decir, están experimentando con energía sustentable.
Estos paneles solares tienen una superficie de 150 m2 y pueden producir hasta 60 kWh de energía, electricidad suficiente, en teoría, para hacer funcionar todo un centro de salud o de vacunación. Debajo de los paneles solares pueden instalarse tiendas de campaña, de modo que la estructura funciona como un centro de salud «plegable». Este sistema no necesita electricistas para su instalación, lo que es una buena noticia en lugares de difícil acceso.
El contenedor se está probando actualmente en Ourang, al este de Chad, donde nuestros equipos prestan asistencia sanitaria a los 50.000 refugiados que huyeron de la violencia en Sudán. Junto con un generador tradicional, el contenedor suministra la energía necesaria para diversas actividades médicas en Ourang. Hasta ahora, está funcionando bien y ha reducido considerablemente el consumo de combustible del generador tradicional.
El objetivo es que el contenedor sea totalmente autónomo y que no requiera el apoyo de generadores. Uno de los retos a superar es que el peso del contenedor, ya que es necesario un camión con grúa para transportarlo. Para que realmente funcione en caso de emergencia también tiene que poder desplegarse y guardarse rápidamente.
Iván Quentin, asesor de logística de nuestra organización, afirma que el contenedor tiene mucho potencial, pero añade:
«Tenemos que seguir probándolo para ver si realmente se adapta a nuestras necesidades. No hay una varita mágica. Estamos trabajando en una solución real y llevará tiempo».