Estos días se reanuda la ronda de conversaciones ante el Consejo de los ADPIC (Acuerdos de Propiedad Intelectual) en el seno de la OMC para aplicar una exención temporal a determinados derechos de propiedad intelectual en medicamentos, vacunas, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías contra el COVID-19 hasta que se alcance la inmunidad colectiva. Por esta razón, pedimos a los Gobiernos de EE. UU., Canadá, Japón, Australia y los de los países de la UE (entre otros) -que continúan bloqueando una histórica exención de la Propiedad Intelectual (PI) durante la pandemia- que reviertan su postura y permitan el inicio de negociaciones formales en la OMC.
Esta medida, que fue propuesta originalmente por India y Sudáfrica en octubre de 2020, ahora cuenta con el respaldo oficial de 58 gobiernos patrocinadores y con el apoyo de alrededor de 100 países que apoyan la propuesta en general.
«Un año después del inicio de esta pandemia y de 2,5 millones de personas fallecidas, seguimos viendo cómo algunos gobiernos niegan que la eliminación de los monopolios sobre las herramientas médicas para el COVID-19 ayudará el acceso de las personas a los tratamientos, vacunas y pruebas necesarias en el futuro», dijo el Dr. Christos Christou, Presidente Internacional de MSF.
«La propuesta de exención ofrece a todos los gobiernos la oportunidad de actuar para colaborar en la investigación y el desarrollo (I + D), la fabricación, la ampliación y el suministro de herramientas médicas contra el COVID-19 sin estar sujetos a los intereses y acciones de la industria privada y, de manera crucial, daría a los gobiernos todas las herramientas disponibles para garantizar el acceso mundial.
Los países deben dejar de dar rodeos y mostrar el liderazgo necesario para cumplir con la «solidaridad global» que tantas veces han declarado durante esta pandemia. Es hora de defender el acceso a las herramientas médicas para todos, vivan donde vivan».
Ante la propagación de nuevas variantes altamente infecciosas del nuevo coronavirus en muchos países de ingresos medios y bajos, es fundamental garantizar que las herramientas médicas existentes y las futuras sean accesibles en cantidades suficientes y de manera oportuna, especialmente para las y los trabajadores sanitarios de primera línea en los países en desarrollo, incluidos los equipos de MSF. Si no se da prioridad al aumento del número de proveedores mundiales de herramientas médicas como las vacunas, los habitantes de estos países seguirán estando en una situación de desventaja desproporcionada en cuanto al acceso. La exención de propiedad intelectual (PI) propuesta podría proporcionar una opción política más rápida y automática para que los gobiernos de todo el mundo no dependan únicamente de las medidas voluntarias que pueda adoptar la industria farmacéutica.
Gracias a los monopolios de la propiedad intelectual, las empresas siguen buscando acuerdos comerciales limitados y secretos que excluyen a muchos países de ingresos bajos y medios, incluso en medio de la pandemia. La propuesta de exención podría ayudar a eliminar las incertidumbres legales y los riesgos para que los productores potenciales y los gobiernos empiecen a prepararse rápidamente para aumentar la producción y el suministro de tratamientos, vacunas y otras herramientas médicas esenciales.
Brasil, un claro ejemplo de la falta de acceso a tratamientos contra la COVID-19
En Brasil, donde el personal sanitario lucha incansablemente para tratar de brindar la mejor atención médica durante las múltiples olas de la pandemia que ha sufrido el país, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha sido testigo de la saturación que ha sufrido el sistema de salud en varios momentos y lugares, lo que acaba por traducirse siempre en la falta de personal médico y de herramientas para hacer frente al COVID-19.
“Desde los primeros días de la pandemia, cuando los gobiernos competían para adquirir en el mercado equipos y materiales para pruebas diagnósticas, materiales de protección como guantes y mascarillas, o equipos para suministrar oxígeno a los pacientes, estaba claro que países como Brasil estarían al final de la cola cuando llegase el momento de acceder a los escasos recursos médicos”, dijo Felipe Carvalho coordinador de la campaña de acceso de MSF en Brasil. «Renunciar a los monopolios ayudará a nivelar el campo de juego en esta pandemia y garantizar el acceso para todas las personas».
A pesar de los claros beneficios para la salud pública que ofrece la propuesta de exención de los monopolios, un pequeño grupo de naciones está obstaculizando meticulosamente el inicio de negociaciones formales en la OMC. Al mismo tiempo, muchos de los países que bloquean o retrasan la propuesta, incluidos Australia, Brasil, Canadá, los países de la UE, Japón, Noruega, Suiza, Reino Unido y EE. UU, también han conseguido la mayoría de las vacunas disponibles, mucho más de lo necesario para vacunar a toda su población.
«Cada vez son más los países de ingresos bajos y medios que se toman muy en serio la posibilidad de hacer realidad esta renuncia al monopolio de las vacunas, así que es hora de que los países que bloquean hagan lo correcto y dejen de obstaculizar el camino», dijo Yuanqiong Hu, asesor jurídico y político principal de la Campaña de Acceso de MSF.
“Los gobiernos que se oponen a la propuesta de exención del monopolio saben que simplemente pedir a las corporaciones farmacéuticas que hagan voluntariamente lo correcto no nos llevará a ninguna parte, cuando estos intentos hasta ahora no han logrado asegurar el acceso global a las herramientas médicas del COVID-19 para las personas que las necesitan con urgencia. Es hora de un cambio, no de caridad«.
Hasta la fecha, la propuesta de exención ha obtenido el apoyo de cientos de organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo y ha sido bien recibida por varias organizaciones internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el VIH/sida (ONUSIDA), la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), South Centre, Unitaid y Third World Network. Recientemente, más de 115 diputados del Parlamento Europeo (MEP) instaron a la Comisión Europea y al Consejo Europeo a abandonar su oposición a la propuesta de exención del monopolio.
A un año desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, en América del Sur decidimos llevar nuestro reclamo a las calles: