Una madre jovial, una familia llena de júbilo y una aldea alegre le dieron la bienvenida al mundo a Ahmed. Hijo de Halima Ashir, de veintiún años, Ahmed parecía estar sano y feliz. La felicidad de Halima, sin embargo, duró poco. Tan solo dos semanas después de su nacimiento, empezó a observar un aumento inusual en el tamaño de la cabeza de Ahmed. No se podía creer lo que veía. Halima pasó días y noches preocupándose por este fenómeno desconocido. Nunca había visto ni oído sobre algo así de extraño. Intentó esconder al niño, tapándole con la manta cada vez que recibía una visita; pero no se puede esconder a un niño para siempre. Poco a poco, la historia de la cabeza de Ahmed pasó a ser en el tema central de conversación en las charlas de la aldea. Se creía que el niño había sido poseído por espíritus malvados y que se debería convocar a un hechicero para librarle de ellos.
Tras cuatro semanas en las que Ahmed no mejoró, algunos vecinos sugirieron que los padres se llevasen a Ahmed al hospital, y así hicieron. Partieron hacía Degehbur, donde trabaja Médicos Sin Fronteras (MSF), a unos 100 kilómetros de su aldea de Ajuwaj. MSF apoya desde 2007 al Ministerio de Salud, proporcionando asistencia sanitaria en áreas como la obstétrica de emergencia, consultas prenatales, atención médica para los recién nacidos, tratamiento para la desnutrición, la malaria y la tuberculosis, y apoyo psicológico.
El equipo MSF le diagnosticó hidrocefalia. Le explicaron a Halima y a su marido, Mohammed, que la condición de su hijo era el resultado de la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. También les dijeron que Ahmed debía ser diagnosticado correctamente a través de una evaluación clínica neurológica mediante el uso de un TAC craneal, ecografías o técnicas de control de presión que no estaban disponibles en el hospital de Degehbur pero sí en Addis Abeba, donde fue referida la familia para recibir tratamiento.
“Fue necesario el apoyo de MSF y realizar dos operaciones”, cuenta Ruth Tesfaye, enfermera de referencia de MSF en Addis Abeba. «La hidrocefalia normalmente se trata insertando quirúrgicamente un sistema de derivación que ayuda a que el sistema desvíe el fluido de la cabeza a la zona inferior del cuerpo para ser absorbido como parte del proceso circulatorio normal,” explica.
El equipo médico de MSF ha estado siguiendo el tratamiento del niño y ha señalado que Ahmed ahora es un niño alegre y saludable, y que el tamaño de su cabeza se ha reducido notablemente.
Después de un largo viaje en busca de un milagro para su hijo, Halima puede estar al fin tranquila. Durante todo el proceso, MSF les proporcionó alojamiento, alimentación, transporte y apoyo psicológico a Halima y a su hijo. “Sentí que la chispa de la vida de mi hijo volvía– dice Halima sin quitarle el ojo a su hijo – Ahora, gracias a MSF, el alma de mi hijo está finalmente en paz. No tengo palabras para expresar mi gratitud por lo que han hecho. Están salvando las vidas de muchos niños. Sólo quiero decirles que Alá sea bondadoso con ellos”.
La hidrocefalia
La hidrocefalia afecta a uno de cada 500 niños. Hay dos tipos de hidrocefalia; congénita y adquirida. La hidrocefalia congénita se presenta al nacer. Se identifica principalmente por una cabeza inusualmente grande. Las causas pueden incluir problemas genéticos y defectos en el desarrollo del feto. La hidrocefalia adquirida puede ocurrir a cualquier edad. Los desencadenantes del problema pueden incluir lesiones en la cabeza, derrames cerebrales, infecciones, tumores y hemorragia en el cerebro. En el caso de Ahmed, fue congénita.
Desde noviembre de 2007, MSF ha estado proporcionando asistencia médica gratuita a la población vulnerable de la localidad de Degehbur que no tiene acceso a la asistencia sanitaria. En el hospital de Degehbur, MSF ofrece atención primaria y secundaria incluyendo referencias de emergencia, atención hospitalaria para los niños menores de cinco años, apoyo nutricional y apoyo para el tratamiento de la tuberculosis. El equipo está activo en los distritos de Degehbur, Birqod y Ararso, apoyando a 13 centros de salud. Dos equipos móviles de divulgación realizan vacunaciones, exámenes nutricionales, consultas médicas ambulatorias y remisiones al hospital de Degehbur para los casos complicados y en ocasiones, al hospital en Jijiga o Addis Abeba (desde enero de 2014, 142 pacientes han sido referidos).
La organización ha construido un centro de 35 camas en el hospital para mejorar el tratamiento de niños que padecen desnutrición severa y las complicaciones relacionadas. Las vacunas rutinarias fueron administradas a 4.474 niños entre enero y julio de 2014.