La OMS, si bien requiere necesarias reformas que estén adaptadas a los tiempos actuales, desempeña un papel vital en la coordinación de la investigación médica mundial, la homogeneización de protocolos y el intercambio de información entre entidades de salud, ayudando a responder a las crisis urgentes de salud pública y deteniendo la propagación de brotes de enfermedades transmisibles, entre otras.
Como testigos directos de crisis médico-humanitarias a lo largo de 50 años de experiencia en proyectos médicos en más de 70 países, sabemos que las enfermedades no conocen fronteras. Todos nos beneficiamos de la colaboración internacional para enfrentar los desafíos de salud integral a nivel mundial, compartir conocimientos y experiencia y desarrollar nuevas herramientas, tratamientos y abordajes médicos.
Las comunidades más vulnerables del mundo necesitan de la coordinación entre entidades y actores que brindan asistencia en salud.
Desde Médicos sin Fronteras (MSF) continuamos con el compromiso de seguir brindando a las poblaciones que atraviesan crisis humanitarias la mejor respuesta médica independiente.