En Gaza, los intensos e incesantes combates y bombardeos siguen impidiendo a miles de personas abandonar la zona en condiciones de seguridad.
En los últimos seis días, hemos intentado evacuar a parte de su personal y sus familias —137 personas, 65 de ellas niños y niñas— actualmente atrapados en nuestras instalaciones situadas cerca del hospital Al-Shifa.
Pedimos urgentemente un alto al fuego, que constituye la única forma de que se pongan en marcha corredores para evacuar con seguridad a miles de civiles, incluidos nuestro personal y sus familiares.
Desde el pasado sábado, nuestros equipos y sus familiares no han podido salir debido a los continuos combates.
El martes 14 de noviembre, hubo disparos contra nuestro alojamiento que afortunadamente no causaron víctimas. Ayer, el edificio de oficinas fue alcanzado por la metralla y el depósito de agua de la casa de huéspedes fue bombardeado.
Hoy, nuestro ha informado de combates de alta intensidad muy cerca de su ubicación. Miles de civiles atrapados en hospitales y otros lugares de la ciudad de Gaza enfrentan actualmente la misma suerte y corren el riesgo de morir en los próximos días, si no en horas.
«Nuestros compañeros y compañeras oyen el ruido constante de los disparos, los bombardeos y los drones. Lo oímos cuando hablamos con ellos por teléfono. La ruta de evacuación hacia el sur de Gaza sigue siendo insegura», afirma Ann Taylor, nuestra coordinadora general en Palestina.
«Están aterrorizados, se quedaron sin comida hace varios días y ahora los niños han empezado a enfermar por beber agua salada, deben ser evacuados ya», añade Taylor.
Solicitamos alto el fuego en Gaza
Pedimos un alto el fuego inmediato e incondicional que salve las vidas de los gazatíes y restablezca el flujo de ayuda humanitaria del que depende la supervivencia de la población de Gaza.
Tras casi tres meses de guerra, los incesantes e indiscriminados ataques de Israel sobre Gaza han destruido edificios y barrios enteros en el norte de la Franja, reduciéndolos a escombros y cascotes. La campaña de bombardeos se ha trasladado a la zona central y al sur con creciente brutalidad.
Desde el 7 de octubre hasta el 28 de diciembre, más de 22.000 personas han muerto y más de 54.000 han resultado heridas. Además, se calcula que entre 7.000 y 8.000 personas están bajo los escombros, según las autoridades sanitarias locales.
Alrededor de 1,9 millones de personas en Gaza -casi el 85% de la población- están desplazadas a la fuerza en condiciones inseguras e insalubres. Mientras, ningún lugar está a salvo de los bombardeos.
El sufrimiento de las y los palestinos atrapados en Gaza ya no puede expresarse con palabras.