Desde hace más de dos años que Mohammed se desempeñaba como técnico de laboratorio de nuestra organización y se encontraba en su casa en el campo de refugiados de Al Shate, Gaza, cuando la zona fue bombardeada y el edificio en el que vivía se derrumbó, lo que mató-supuestamente- a decenas de personas.
Está claro que ningún lugar de Gaza está a salvo de bombardeos brutales e indiscriminados. Según el Ministerio de Salud, más de 10.000 personas, entre ellas más de 4.000 niñas y niños, ya han sido asesinadas en Gaza.
Nuestros repetidos llamamientos a un alto el fuego inmediato han caído en oídos sordos, pero insistimos en que es la única manera de evitar más muertes sin sentido en toda la Franja y permitir que lleguen niveles adecuados de ayuda humanitaria a Gaza.
En toda Gaza, personas indefensas siguen perdiendo a familiares, sus hogares y sus vidas, mientras los líderes mundiales no toman medidas significativas.
En este trágico momento, seguimos gravemente preocupados por todos nuestros colegas en Gaza, muchos de los cuales todavía trabajan en hospitales de toda la Franja para brindar atención médica que salva vidas.
Reiteramos nuestro llamado a un alto al fuego inmediato e incondicional.
Solicitamos alto el fuego
Pedimos un alto el fuego inmediato e incondicional que salve las vidas de los gazatíes y restablezca el flujo de ayuda humanitaria del que depende la supervivencia de la población de Gaza.
Tras casi tres meses de guerra, los incesantes e indiscriminados ataques de Israel sobre Gaza han destruido edificios y barrios enteros en el norte de la Franja, reduciéndolos a escombros y cascotes. La campaña de bombardeos se ha trasladado a la zona central y al sur con creciente brutalidad.
Desde el 7 de octubre hasta el 28 de diciembre, más de 22.000 personas han muerto y más de 54.000 han resultado heridas. Además, se calcula que entre 7.000 y 8.000 personas están bajo los escombros, según las autoridades sanitarias locales.
Alrededor de 1,9 millones de personas en Gaza -casi el 85% de la población- están desplazadas a la fuerza en condiciones inseguras e insalubres. Mientras, ningún lugar está a salvo de los bombardeos.
El sufrimiento de las y los palestinos atrapados en Gaza ya no puede expresarse con palabras.