Las fuerzas israelíes han comenzado su ofensiva sobre Rafah y se han hecho con el control de la frontera, cortando de hecho el suministro de ayuda vital a la Franja de Gaza.
Miles de personas palestinas se ven obligadas a huir del este de Rafah tras las recientes órdenes de evacuación de Israel. Nuestra organización hace un llamamiento para que se proteja a la población civil y se reabra el paso fronterizo de Rafah.
Bloqueo de la ayuda en Rafah, Gaza
El cierre de este punto clave de entrada a Gaza está poniendo en peligro la respuesta humanitaria. Las reservas de combustible, alimentos, medicinas y agua son peligrosamente bajas, y la población está atrapada en medio de nuevos combates.
«El paso fronterizo de Rafah, un punto de acceso humanitario vital, se ha cerrado completamente hasta nuevo aviso. Esto tendrá un impacto devastador, ya que la ayuda que llega a través de este cruce es un salvavidas para toda la Franja de Gaza», afirma Aurelie Godard, jefa de nuestro equipo médico en Gaza.
«Tras siete meses de guerra, que ha obligado a 1,7 millones de personas a huir de sus hogares, la decisión de cerrar este paso agrava aún más las ya terribles condiciones de vida de las personas atrapadas en Gaza.»
El 6 de mayo, las fuerzas israelíes ordenaron a 100.000 personas al este de Rafah que evacuaran a Al Mawasi, una zona entre el oeste de Rafah y Khan Younis. Allí los refugios y los recursos son también extremadamente escasos.
Rafah había sido designada anteriormente por las fuerzas israelíes como una zona segura para los civiles.
«Estas personas se ven de nuevo desplazadas a la fuerza, pasando de tiendas improvisadas a otro lugar sin un refugio adecuado, alimentos, agua y atención médica», afirma Godard.
«Corren el riesgo de caer aún más en las profundidades de un desastre humanitario masivo que ha alcanzado niveles de pesadilla».
Un sistema de salud devastado
La ofensiva y la orden de evacuación reducen aún más el acceso a la asistencia sanitaria en un sistema de salud ya diezmado. La población no tiene casi sin opciones incluso para recibir atención médica básica.
A principios de esta semana, el personal médico y los pacientes tuvieron que ser evacuados del Hospital Al-Najjar, mientras que el Hospital Europeo de Gaza (EGH) ya no es accesible.
Aunque por el momento seguimos llevando a cabo actividades en el Hospital de Campaña Indonesio de Rafah, donde apoyábamos la prestación de cuidados postoperatorios, nuestros equipos han empezado a dar el alta a los pacientes que cumplían los criterios necesarios. También suspendemos nuestras actividades en la Clínica Al-Shaboura hasta nuevo aviso.
«Tener que suspender las actividades de un puesto de salud donde nuestros equipos realizaron 8.269 consultas sólo en abril, o por ejemplo hicieron 344 curaciones la semana pasada, es catastrófico», dice Paulo Milanesio, nuestro coordinador de emergencias en Rafah.
«¿Dónde van a buscar atención y continuar el tratamiento las mujeres embarazadas, los niños, las personas con enfermedades crónicas en un lugar diezmado como Gaza? Sin olvidar el impacto en la salud mental; antes del cierre ofrecíamos más de 130 consultas individuales de salud mental a la semana, y esta cifra no ha hecho más que aumentar en las últimas semanas», afirma Milanesio.
También traspasaremos nuestras actividades en el Hospital Emirati al Ministerio de Salud y reubicaremos al personal en el Hospital Nasser para seguir apoyando los servicios de maternidad en una zona más segura.
Ataques contra las instalaciones médicas en Gaza
«Con este ya son 11 los centros sanitarios que nos hemos visto obligados a abandonar en Gaza en sólo siete meses, lo que demuestra la brutalidad y la anarquía de esta guerra», afirma Milanesio.
Desde el inicio de esta guerra, hemos sido testigos de un patrón de ataques sistemáticos contra instalaciones médicas e infraestructuras civiles.
El sistema sanitario de Gaza está siendo desmantelado justo cuando las necesidades se disparan, con consecuencias devastadoras para la población palestina.
Reiteramos nuestro llamamiento a un alto el fuego inmediato y sostenido para poner fin a más muerte y destrucción en Gaza y permitir que la ayuda vital fluya hacia el enclave.