El hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz ha acogido en las últimas horas un alto número de heridos como resultado de los duros combates entre las fuerzas gubernamentales y de la oposición. Desde la madrugada del lunes, los equipos de MSF han tratado a 171 heridos, entre ellos 46 niños. En total, cincuenta de los pacientes tratados llegaron en estado crítico. La mayoría de los pacientes había sufrido heridas de bala, y los cirujanos han tratado graves lesiones abdominales, en extremidades y cabeza.
«El hospital se encuentra sobrepasado por el número de pacientes», explica Guilhem Molinié, representante de MSF en Afganistán. «Hemos aumentado el número de camas de 92 a 110 para hacer frente a este nivel de ingresos, que no tiene precedentes en este hospital. A día de hoy, la gente sigue llegando, y tenemos 130 pacientes más repartidos en otras salas, en los pasillos e incluso en los despachos. El hospital está llegando al límite, y estamos preocupados porque no estamos seguros de ser capaces de hacer frente a nuevas oleadas de heridos si prosiguen los combates«.
El equipo médico de MSF en Kunduz, formado por profesionales internacionales y afganos, está trabajando sin descanso para ofrecer la mejor atención posible. Ayer llegaron a realizar 43 intervenciones quirúrgicas, y el flujo de heridos ha proseguido a lo largo de hoy martes. Los pacientes más críticos se refirieron también a la clínica de estabilización de MSF en el distrito de Chardara, a 15 kilómetros de distancia.
Además, la organización está enviando a Kunduz –por tierra y por aire- nuevos suministros médicos urgentes y medicamentos para garantizar la continuidad de la atención a los pacientes y para prepararse ante una posible nueva oleada de heridos. «Estamos en contacto con todas las partes en el conflicto y hemos recibido garantías de que se respetarán nuestro personal médico, pacientes, hospitales y ambulancias«, asegura Molinié. «El hospital provincial de gobierno no está en funcionamiento, por lo que el hospital de MSF es ahora el único lugar en Kunduz, donde las personas que necesitan atención traumatológica urgente pueden recibirla”, añade.
El centro de MSF es la única estructura sanitaria en toda la región noreste de Afganistán que brinda una atención vital de traumatología de alta calidad. Los médicos de MSF tratan a todas las personas de acuerdo a sus necesidades médicas y no hacen distinciones por origen étnico, creencias religiosas o afiliación política de los pacientes.
MSF trabajó por primera vez en Afganistán en 1980. La organización médico-humanitaria abrió el centro de trauma y cirugía de urgencia de Kunduz en agosto de 2011. El hospital facilita atención médica gratuita, de calidad y atención quirúrgica. Además, el centro brinda asistencia a pacientes que presentan lesiones relacionadas con el conflicto como heridas ocasionadas por explosiones o disparos. En Afganistán MSF facilita apoyo al Ministerio de Salud Pública en el hospital de Ahmad Shah Baba, en el este de Kabul, a la maternidad de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital, y al hospital de Boost, en Lashkar Gah, en la provincia de Helmand. Además, en Khost, en la zona oriental de Afganistán, MSF cuenta con una maternidad. MSF financia sus proyectos en Afganistán exclusivamente con fondos privados y no acepta financiación de ningún gobierno.