Irak: La carga invisible de la resistencia a los antibióticos en Mosul

©Candida Lobes/MSF

Saad* se sienta en su cama y mira fijamente la ventana, disfrutando por un momento de la luz que se filtra a través de ella. Está solo en su cuarto de aislamiento, pues los médicos acaban de terminar su consulta médica diaria. Le dijeron que pronto volvería a someterse a una cirugía, su cuarta intervención […]

Saad* se sienta en su cama y mira fijamente la ventana, disfrutando por un momento de la luz que se filtra a través de ella. Está solo en su cuarto de aislamiento, pues los médicos acaban de terminar su consulta médica diaria. Le dijeron que pronto volvería a someterse a una cirugía, su cuarta intervención quirúrgica desde el accidente.
 
Saad, de 46 años, es de Mosul. Su familia ha vivido allí por generaciones, pero la vida que conocía cambió dramáticamente cuando explotó una bomba en su vecindario, justo cuando caminaba hacia su automóvil para ir a trabajar. «Era una mañana increíblemente calurosa, nublada, como la mayoría de los días», recuerda. «Pero de pronto una explosión me derribó y caí inconsciente».
 
La explosión no sucedió lo suficientemente cerca como para matar a Saad, pero su pierna resultó gravemente herida: sufrió una fractura de tibia y peroné. Saad fue llevado al hospital para ser operado. «La primera cirugía que tuve consistió en insertar una fijación interna en mi pierna para que pudiera caminar de nuevo», explica. «Pero la recuperación fue insoportable y hubo complicaciones».
 
Cuando MSF abrió un centro de atención postoperatoria en el este de Mosul en abril de 2018, para personas heridas por un trauma violento o accidental, Saad fue admitido en la instalación. Una biopsia mostró que su fijación interna necesitaba ser removida y reemplazada por una externa, y que había desarrollado una infección resistente a múltiples medicamentos.
 

Infecciones resistentes a múltiples medicamentos: un gran desafío para la salud pública

 
El caso de Saad no es único. Casi el 40** por ciento de los pacientes ingresados en las instalaciones de atención postoperatoria de MSF en el este de Mosul llegan con infecciones resistentes a múltiples medicamentos, y la resistencia a los antibióticos es un problema en todo el país. Si bien la incidencia de resistencia a los antibióticos es particularmente elevada en Irak y en todo el Medio Oriente, también ocurre en muchos otros países del mundo donde trabaja MSF.
 
La resistencia a los antibióticos no es algo nuevo, pero debe abordarse con urgencia para evitar que se convierta en uno de los principales desafíos de salud pública de este siglo.
 
Cuando una persona tiene una infección bacteriana, generalmente se la trata con antibióticos, los únicos medicamentos disponibles eficaces contra las bacterias. Pero éstas pueden adaptarse a los medicamentos para asegurar su supervivencia.
 
A esta capacidad de adaptación y supervivencia se le llama resistencia a los antibióticos, y puede ser causada por el uso indebido o excesivo de antibióticos. En muchos países de ingresos bajos y medios, los antibióticos suelen estar disponibles sin receta, en lugar de ser prescritos únicamente por un médico, por lo que su uso indebido o excesivo es un problema común.
 
A largo plazo, la resistencia a los antibióticos tiene un impacto tremendo en la salud de las personas. Si los antibióticos pierden su eficacia, procedimientos médicos vitales podrían llegar a ser demasiado riesgosos para realizarse.
 
La resistencia a los antibióticos también complica la recuperación de los pacientes lesionados por traumatismos violentos o accidentales, como los que atiende MSF en el este de Mosul.
 

Luchando contra la resistencia a antibióticos en el este de Mosul

 
Cuando abrió su instalación de atención postoperatoria el año pasado, MSF implementó medidas de control y administración de antibióticos, además de control de infecciones, para limitar el impacto de las infecciones resistentes a los medicamentos.
 
«Es crucial evitar la transmisión de infecciones resistentes a múltiples medicamentos entre los pacientes que se encuentran en la instalación», dice An Caluwaerts, asesora de MSF sobre prevención y control de infecciones. Estas medidas pueden ser tan sencillas como asegurarse de que las personas se laven las manos correctamente.
 
«La higiene de las manos en los centros médicos es una de las medidas de prevención y control de infecciones más importantes para prevenir esta transmisión», explica Caluwaerts. «Si se realiza en el momento adecuado, la higiene de manos puede prevenir la propagación de organismos resistentes o sensibles que están presentes en nuestro entorno y en nuestro cuerpo».
 
Las ‘precauciones de contacto’ también son fundamentales: los pacientes con infecciones resistentes a múltiples medicamentos reciben habitaciones individuales, en lugar de permanecer en salas abiertas, para evitar la propagación de la infección a otros pacientes y al personal sanitario.
 
Entre las precauciones de contacto también se incluye el uso de equipos de protección personal, como guantes y batas; la limitación del transporte y movimiento de los pacientes; el uso del equipo dedicado para el cuidado del paciente; además de asegurarse de que las habitaciones de los pacientes sean aseadas y desinfectadas a fondo de forma regular.
 

La importancia de los servicios de salud mental y promoción de la salud.

 
Debido a su aislamiento físico dentro del hospital, los pacientes con infecciones resistentes a los medicamentos tienen más probabilidades de experimentar dificultades psicológicas relacionadas con lo que han vivido y los desafíos de su tratamiento.
 
«Las personas que están en  ‘aislamiento de contacto’ experimentan niveles más altos de ansiedad, depresión y enojo que otros pacientes», comenta Olivera Novakovic, psicóloga en el proyecto que tiene MSF en el este de Mosul. «Muchos de nuestros pacientes experimentaron eventos traumáticos, y tienen más tiempo para pensar en ellos cuando están en cuartos aislados».
 
El personal de salud mental de MSF está a su disposición para ayudarles a lidiar con la situación. «Estamos desarrollando programas psicológicos individuales de acuerdo a la edad y el nivel de educación de nuestros pacientes», dice Novakovic. «La psicoeducación es una fase crucial, porque si el paciente comprende por qué está aislado del contacto y qué es la resistencia a los medicamentos, naturalmente cumplirá mejor con el tratamiento».
 
Paralelamente, los promotores de salud de MSF aumentan la sensibilización entre los pacientes y cuidadores sobre las infecciones resistentes a múltiples medicamentos«La resistencia a los antibióticos representa una grave amenaza para la salud pública y no debe ser subestimada», explica la promotora de salud Karam Yaseen, al concluir una sesión de sensibilización en el hospital.
 
Los datos sugieren que las tasas de resistencia a los antibióticos en los países del Medio Oriente, entre los que se incluye Irak, son alarmantemente elevadas***. Recomendamos que todos los profesionales médicos y paramédicos eviten el uso innecesario de antibióticos. También recomendamos encarecidamente que el Ministerio de Salud iraquí tome todas las medidas necesarias para que la población de Irak sea consciente del grave impacto que tiene para su salud el uso indebido o excesivo de antibióticos.
 
MSF trabaja en Mosul y sus alrededores desde 2017 para brindar servicios vitales para las personas atrapadas por la violencia. A lo largo de 2017 y 2018, MSF gestionó varios puntos de estabilización para casos de trauma en el este y oeste de Mosul; y trabajó en 4 hospitales brindando diversos servicios, entre los que se incluyen atención de emergencias y de cuidados intensivos, cirugías y atención materna. En abril de 2018, MSF abrió una instalación de cuidados postoperatorios integral en el este de Mosul para las personas heridas por trauma violento o accidental. 
 
Con más de 1,500 trabajadores en Irak, MSF brinda atención médica primaria y secundaria, servicios para mujeres embarazadas y que recientemente han dado a luz, tratamiento para enfermedades crónicas, cirugías y rehabilitación para heridos de guerra; apoyo en salud mental y actividades de educación de la salud. MSF actualmente trabaja en las gobernaciones de Erbil, Diyala, Ninewa, Kirkuk, Anbar y Baghdad.
 
*El nombre del paciente fue cambiado para proteger su identidad.
 
**El 40% de los pacientes que fueron admitidos en el periodo (abril-mediados de noviembre de 2018) presentaron una infección microbiológicamente confirmada. Entre ese 40%, cerca del 90% de ellos presentaba una infección multirresistente a medicamentos. Y el 60% de todos los pacientes admitidos al centro no presentaron una infección confirmada (no presentaban síntomas de infección, o los mostraban pero no se confirmó).
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