En vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras el ataque de Israel a los campos de desplazados en las designadas como “zonas humanitarias” en el sur de Gaza, pedimos el fin inmediato de la ofensiva de Rafah y de las atrocidades que se están cometiendo en toda la Franja de Gaza. La estrategia militar de Israel de lanzar repetidamente ataques en zonas densamente pobladas conduce inevitablemente a la matanza masiva de civiles.
“La población civil está siendo masacrada. Están siendo empujados a zonas que se les dijo que serían seguras sólo para ser sometidos a incesantes ataques aéreos y a fuertes ataques terrestres”.
Christopher Lockyear, secretario General de nuestra organización.
“Familias enteras, compuestas por docenas de personas, se hacinan en tiendas de campaña y viven en condiciones extremadamente difíciles. Más de 900.000 personas volvieron a ser desplazadas de forma forzosa desde que las fuerzas israelíes intensificaron su ofensiva sobre Rafah a principios de mayo”.
Hoy, 28 de mayo, 21 palestinos más han muerto y 64 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias locales. Esto ocurrió después de que las fuerzas israelíes bombardearan otro campo de desplazados en Al Mawasi, al oeste de Rafah, en el sur de Gaza.
El personal médico y los pacientes en nuestro punto de estabilización de trauma en Tal al Sultan, en Rafah, también se vieron obligados a huir la noche del 27 de mayo, al intensificarse las hostilidades en la zona, lo que supuso el cese de todas las actividades médicas en el centro.
Esta evacuación forzosa de otro centro sanitario se produce 24 horas después de que las fuerzas israelíes llevaran a cabo un ataque aéreo en lo que habían designado como “zona segura”, matando al menos a 49 personas e hiriendo a más de 250. El personal del punto de estabilización registró una afluencia masiva de 180 heridos y 31 muertos, con pacientes que sufrían quemaduras graves, heridas de metralla, fracturas y otras lesiones de trauma. Estos pacientes fueron estabilizados y derivados a hospitales de campaña situados hacia Al Mawasi, más al oeste, ya que no quedan hospitales de trauma en funcionamiento capaces de hacer frente a un incidente de este tipo, con víctimas en masa.
“Durante toda la noche oímos enfrentamientos, bombardeos y lanzamiento de proyectiles. Nadie sabe qué está pasando exactamente. Tenemos miedo por nuestros hijos y por nosotros mismos. No esperábamos que esto ocurriera de repente. ¿Adónde iremos? Luchamos por encontrar lo básico que todo ser humano necesita para seguir vivo”.
Dra. Safa Jaber, ginecóloga de nuestra organización que vive en el campo de desplazados de Tal Al Sultan con su familia.
La semana pasada, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que detuviera “inmediatamente” su ofensiva militar en Rafah. También ordenó que permitiera la entrada de la ayuda humanitaria que tanto se necesita y garantizara que llegara a quienes la necesitan. Pero la ofensiva israelí en el sur de Gaza se ha intensificado desde entonces.
Complicidad política
Desde el 6 de mayo no ha entrado en el enclave ninguna cantidad significativa de ayuda. Además, ha continuado la pauta de ataques sistemáticos contra la asistencia sanitaria. Todos los países que apoyan las operaciones militares de Israel en estas circunstancias son moral y políticamente cómplices.
Pedimos a los países, en particular a Estados Unidos, Reino Unido y los Estados miembros de la Unión Europea aliados, que hagan todo lo que esté en su mano para influir en Israel para que ponga fin al asedio en curso y a los continuos ataques contra la población civil y las infraestructuras civiles de Gaza.
No quedan zonas seguras en Gaza
Después de casi ocho meses de guerra, ya no queda en Gaza ni un solo centro sanitario con capacidad para atender un incidente con víctimas en masa como el del 26 y 27 de mayo. El cierre del punto de trauma de Tal Al Sultan, apoyado por nuestros equipos, se produjo tras un ataque aéreo ese mismo día contra el Hospital Kuwaití de Rafah. En el mismo murieron dos trabajadores y el hospital quedó fuera de servicio. Casi todos los hospitales de Rafah fueron evacuados por la fuerza y están fuera de servicio o apenas funcionan, por lo que no hay posibilidad de acceder a la atención médica.
“Cientos de miles de civiles están siendo sometidos a una brutal e implacable demostración de castigo colectivo”, afirma Karin Huster, nuestra responsable médica en Gaza. “Junto con los bombardeos, los graves bloqueos de la ayuda están haciendo imposible que podamos ayudar de forma significativa. También está muriendo gente porque se impide a los trabajadores humanitarios hacer su trabajo”.
Los bombardeos israelíes y los intensos combates también siguen devastando el norte del enclave, casi inaccesible para los trabajadores humanitarios. Los hospitales del norte están bajo el fuego y son objeto de grandes destrucciones. Entre ellos se encuentran los hospitales de Al Awda y Kamal Adwan, este último bombardeado hoy mismo por las fuerzas israelíes. Otros hospitales, como el de Al Aqsa, en Deir al Balah, y el de Nasser, en Khan Younis, han informado de escasez de combustible. Es posible que pronto dejen de funcionar.
Exigimos a todas las partes beligerantes que respeten y protejan las instalaciones médicas, a su personal y a los pacientes.
Exigimos a Israel que detenga inmediatamente su ofensiva sobre Rafah. Es necesario que abra el paso fronterizo de Rafah para permitir la entrada de ayuda humanitaria y médica a gran escala.
Exigimos un alto el fuego inmediato y duradero en toda la Franja.