La guerra en Gaza ha desplazado a cerca de 1.5 millones de personas a Rafah, en el extremo sur de la Franja.
En los últimos cuatro meses, la mayoría de los habitantes de esta ciudad se han desplazado varias veces cargando con las pocas pertenencias que les quedan.
Se levantaron tiendas de plástico en todos los terrenos disponibles, en las calles y descampados de la ciudad de Rafah y sus alrededores.
Ahora ya no queda espacio: los coches apenas pueden circular por las atestadas calles, e incluso caminar puede ser todo un reto.
Las personas refugiadas en la zona se han visto privadas de sus necesidades básicas, como agua, alimentos y cobijo, y han sido objeto de repetidas órdenes de evacuación y desplazamientos forzosos por parte del ejército israelí.
En la última semana se han intensificado los ataques contra Rafah y la población ha empezado a huir hacia el norte, hacia la zona central de la Franja de Gaza.
Al mismo tiempo, las órdenes de evacuación y los ataques contra el hospital Nasser, en la ciudad meridional de Khan Younis, obligaron a los pacientes que estaban recibiendo tratamiento a abandonar el hospital.
No hay ningún lugar seguro en Gaza; la gente no tiene adónde ir.
Pacientes en Gaza: traumatismos, quemaduras e infecciones letales
En el Hospital Indonesio de Rafah, nuestros equipos médicos tratan a personas con traumatismos y quemaduras relacionados con la guerra que requieren atención continua y sostenida.
«La mayoría de los pacientes con heridas necesitan cambios de apósito al menos dos veces por semana, así como antibióticos, analgésicos y atención médica constante».
Guillemette Thomas, coordinadora médica de nuestra organización.
La coordinadora médica de nuestro proyecto en Palestina asegura que «si la lesión es grave, el paciente también necesita fisioterapia para evitar perder la funcionalidad del miembro lesionado».
La mayoría de nuestros pacientes se alojan en tiendas de campaña o en edificios públicos convertidos en refugios, donde sus pésimas condiciones de vida hacen casi imposible mantener limpias las heridas abiertas, lo que provoca infecciones.
Este alto riesgo de infecciones es uno de los principales problemas para los pacientes heridos en Rafah. Sin un tratamiento médico adecuado, las infecciones pueden propagarse por el cuerpo hasta los huesos, causando mucho dolor y provocando la muerte si no se tratan.
Desde mediados de diciembre de 2023, nuestros equipos presentes en el Hospital Indonesio de Rafah han estado:
- Apoyando a los departamentos de postoperatorio, hospitalización y consulta externa.
- Proporcionando vendajes de heridas y fisioterapia y llevando a cabo pequeños procedimientos quirúrgicos.
- Realizando más de 5.800 consultas y admitiendo a más de 200 pacientes para recibir tratamiento.
En consultas externas, el 60% de los pacientes atendidos por nuestros equipos presentan traumatismos y el 40% restante, quemaduras relacionadas con la guerra. Más del 40% son niños.
La respuesta médica en Gaza sólo raya la superficie de las abrumadoras necesidades de atención médica de la población, ya que los funcionarios de salud locales informan de que casi 70.000 palestinos han resultado heridos desde octubre de 2023.
Los ataques en Rafah provocan una catástrofe humanitaria inminente
En la última semana, las autoridades israelíes han hecho pública su intención de evacuar a la población de Rafah y lanzar una ofensiva terrestre en la zona.
Los ataques se han intensificado y la población refugiada en el extremo sur de Gaza teme por su vida.
Para los pacientes que necesitan atención continua por heridas traumáticas o quemaduras, otro desplazamiento forzoso podría acarrear graves complicaciones de salud, o incluso la muerte.
«En otros hospitales de Gaza, hemos visto que cuando se evacuan los hospitales, los pacientes salen a pie, en silla de ruedas o incluso tumbados en las camas del hospital», afirma nuestra coordinadora médica en Palestina.
«Esto puede ser extremadamente peligroso para ellos. Cuando alguien con una pierna gravemente fracturada empieza a caminar, compromete su posibilidad de recuperar la movilidad y puede tener consecuencias potencialmente mortales.»
Desde que empezó la guerra, nuestros equipos médicos y sus pacientes se han visto obligados a evacuar nueve instalaciones sanitarias diferentes en Gaza, tras ser atacados por tanques, artillería, aviones de combate, francotiradores y tropas terrestres, o tras recibir una orden de evacuación.
El personal médico y los pacientes han sido detenidos, maltratados y asesinados.
La intensidad de los bombardeos y ataques israelíes contra Gaza, así como los intensos combates, han hecho casi imposible prestar asistencia médica y humanitaria vital.
Nuestros equipos están muy preocupados por la escalada de violencia en Rafah y la inminente evacuación de la zona, donde se refugian millones de personas, incluidos heridos, enfermos, ancianos y personas con movilidad reducida.
«La gente lo ha perdido todo -sus casas, sus seres queridos, la satisfacción de sus necesidades básicas y su seguridad- y ahora apenas sobrevive, viviendo en tiendas de plástico llenas de barro o en el suelo de hospitales y escuelas, sin ninguna pertenencia.»
«Rafah y toda Gaza necesitan una respuesta humanitaria segura a una escala mucho mayor, que sólo es posible con un alto el fuego sostenido e inmediato».
Lisa Macheiner, coordinadora de proyecto de nuestra organización.
Nuestros equipos siguen prestando atención médica en Rafah en cuatro hospitales, una clínica y dos puestos de salud, y en un hospital en la zona central de la Franja. Sin embargo, si no se pone fin a los incesantes bombardeos y desplazamientos forzosos, proporcionar ayuda humanitaria es casi imposible.
Reiteramos nuestro llamado por un alto el fuego inmediato y sostenido, que es la única manera de poner fin a la catástrofe humanitaria que se está produciendo en Gaza.