Ayer 29 de mayo, un proyecto de ley destinado a designar UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, como organización terrorista pasó una lectura preliminar y tendrá que superar otras tres, en el Parlamento de Israel (la Knesset).
Además, se propuso y aprobó en lectura preliminar de un segundo proyecto de ley que supondría la ruptura de todos los vínculos con la agencia de la ONU y la privaría de diversas inmunidades y exenciones.
Estos dos proyectos de ley no sólo prohibirían totalmente a la UNRWA operar en Israel, sino que también criminalizarían a la organización, sus actividades y su personal.
El ataque a la UNRWA es un ataque a la ayuda humanitaria
Christopher Lockyear, secretario General de nuestra organización, declaró la postura de Médicos Sin Fronteras en torno a esta preocupante situación:
“El anteproyecto de ley de la Knesset israelí para designar a UNRWA como organización terrorista es un indignante ataque a la asistencia humanitaria y un acto de castigo colectivo contra el pueblo palestino.
Condenamos enérgicamente la propuesta de designación y nos solidarizamos con la UNRWA, que constituye un salvavidas, proporciona ayuda esencial a millones de palestinos y actúa como la columna vertebral de la prestación de ayuda a la población de la Franja de Gaza, Cisjordania y la región.
Al calificar a la agencia de la ONU creada para ayudar a los refugiados palestinos de entidad terrorista, las autoridades israelíes estarían perpetuando una narrativa que vilipendia y margina a toda una población y a quienes les prestan asistencia.
Esto se produce tras meses de intimidación contra la UNRWA, incluido un ataque contra sus oficinas en Jerusalén. Es la culminación de la continua obstrucción sistemática de la ayuda humanitaria vital, también la destinada a la Franja y que está asfixiando de hecho a Gaza.
Esto ocurre mientras las fuerzas israelíes siguen atacando zonas pobladas, provocando víctimas civiles en masa en áreas designadas como ‘zonas seguras’ por las autoridades israelíes, persisten en la destrucción de infraestructuras civiles, incluidos hospitales, y en los repetidos desplazamientos forzosos de cientos de miles de personas atrapadas en Gaza.
No sólo se está obstaculizando la ayuda humanitaria, sino que, si el proyecto de ley se aprueba en lectura final, también se criminalizará en virtud de la Ley Antiterrorista de Israel en contradicción con el derecho internacional humanitario.
Esto tendría consecuencias terribles, ya que podría equivaler a dar vía libre para atacar las instalaciones de la UNRWA y a su personal humanitario y pondría aún más en peligro a los civiles que buscan la protección de la Agencia de la ONU. Los trabajadores humanitarios deben estar siempre protegidos, y los civiles, a salvo.
Los aliados de Israel, que son todos miembros de las Naciones Unidas, deben oponerse a este intento de criminalizar la asistencia humanitaria y garantizar que la UNRWA pueda continuar su labor esencial.
Estos Gobiernos deben presionar a Israel para que detenga el derramamiento de sangre y facilita la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.”