Una serie de amenazas por parte de las fuerzas policiales contra nuestro personal nos ha obligado a suspender nuestras actividades en el área metropolitana de Puerto Príncipe hasta nuevo aviso.
En la semana posterior a un ataque contra una ambulancia de MSF, que resultó en la ejecución de al menos dos pacientes, y agresiones físicas a nuestro personal el 11 de noviembre, los oficiales de policía detuvieron en múltiples ocasiones vehículos de nuestra organización y amenazaron directamente a miembros del personal, incluyendo amenazas de muerte y violación.
Estos incidentes reiterados nos han llevado a suspender las admisiones y traslados de pacientes a nuestras cinco instalaciones médicas en la capital de Haití a partir del 20 de noviembre. Ilustran claramente el ataque directo a nuestro personal y pacientes en el país.
“En MSF aceptamos trabajar en condiciones de inseguridad, pero cuando incluso las fuerzas del orden se convierten en una amenaza directa, no tenemos más opción que suspender la admisión de pacientes en Puerto Príncipe hasta que se den las condiciones para reanudar nuestras actividades”.
Christophe Garnier, jefe de proyecto de MSF en Haití.
“Cada día que no podemos reanudar las actividades es una tragedia, ya que somos uno de los pocos proveedores de una amplia gama de servicios médicos que han permanecido abiertos durante este año extremadamente difícil. Sin embargo, ya no podemos operar en un entorno donde nuestro personal está en riesgo de ser atacado, violado o incluso asesinado”, agregó Christophe.
Tras el incidente del 11 de noviembre, en solo una semana, hemos enfrentado los siguientes cuatro incidentes, que nos han dejado sin otra opción que suspender nuestras actividades en Puerto Príncipe:
- El 12 de noviembre, dos de nuestras ambulancias fueron detenidas por oficiales de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) de la Policía Nacional de Haití, quienes amenazaron con matar al personal de MSF en el futuro cercano.
- El 16 de noviembre, en Delmas 33, uno de nuestros conductores fue agredido verbalmente por policías vestidos de civil, quienes nos advirtieron sobre futuros ataques a nuestras ambulancias.
- El 17 de noviembre, poco antes de la medianoche, otra ambulancia que transportaba a un paciente fue detenida cerca del bulevar Toussaint Louverture por un equipo SWAT que amenazó con matar al paciente en el lugar. Después de intensas negociaciones, la ambulancia pudo continuar su viaje al hospital de MSF en Tabarre.
- El 18 de noviembre, en Carrefour Rita, un vehículo de la Policía Nacional de Haití conducido por un policía vestido de civil y armado con una pistola detuvo un vehículo de MSF que llevaba al personal al lugar de trabajo. Amenazó a miembros del personal de MSF a bordo, diciendo que la próxima semana las fuerzas policiales comenzarían a ejecutar y quemar a nuestro personal, pacientes y ambulancias.
También ha habido ataques en múltiples ocasiones contra ambulancias y personal de MSF por parte de vigilantes armados, incluido el del 11 de noviembre.
Brindamos atención a todas las personas en función únicamente de sus necesidades médicas. Cada semana, en promedio, en el área metropolitana de Puerto Príncipe, MSF atiende a más de 1,100 pacientes en consultas externas, 54 niños con emergencias médicas y más de 80 nuevos sobrevivientes de violencia sexual y de género. MSF está suspendiendo todos los servicios médicos excepto para los pacientes ya hospitalizados en sus cinco instalaciones médicas y clínicas móviles en el área metropolitana de Puerto Príncipe, quienes continuarán bajo nuestro cuidado. Nuestras actividades de salud materna en el sur del país, en Port-à-Piment, también continuarán.
“Hemos estado en Haití por más de 30 años, y esta decisión se toma con el corazón pesado, ya que los servicios de salud nunca han sido tan limitados para las personas en Haití. Muchas personas perderán acceso a los servicios de MSF porque no podemos trabajar de manera segura en Puerto Príncipe. Seguimos comprometidos con la población de Haití, pero no podemos reanudar la admisión de nuevos pacientes a nuestras instalaciones en Puerto Príncipe a menos que se nos garantice seguridad sin restricciones y respeto por nuestro mandato médico y humanitario por parte de grupos armados, miembros de grupos de vigilancia y oficiales de las fuerzas del orden”.
Christophe Garnier, jefe de proyecto de MSF en Haití.