«El reciente ataque aéreo al centro de detención de Tayura (Libia), del que se han reportado decenas de víctimas mortales entre los migrantes y refugiados que allí se encontraban, es una terrible tragedia que podría haberse evitado fácilmente.
En el momento del ataque, había más de 600 hombres, mujeres y menores atrapados en condiciones vulnerables en este recinto. Nuestros equipos justo habían visitado el centro el día anterior, donde encontraron 126 personas recluidas en la celda que luego sería alcanzada por el ataque.
Los que han sobrevivido están aterrorizados.
Esta no es la primera vez que migrantes y refugiados se ven atrapados en el fuego cruzado en Trípoli, con múltiples ataques aéreos sobre los centros de detención o en lugares cercanos a estos, desde que comenzó el conflicto en la capital a principios de abril. Apenas ocho semanas atrás, en este mismo centro de Tayura, la metralla de una explosión atravesó el techo del hangar donde están las mujeres y estuvo a punto de alcanzar a un recién nacido.
La realidad hoy es que por cada persona evacuada o reasentada en 2019, más de dos han sido devueltas forzosamente por la Guardia Costera libia apoyada por la Unión Europea.
Lo que es necesario ahora no es una inocua condena de estos hechos, sino la evacuación urgente e inmediata fuera de Libia de todos los refugiados y migrantes recluidos en los centros de detención de este país. El costo innecesario de la inacción y la complacencia son las vidas de los refugiados y migrantes más vulnerables».
Prince Alfani, coordinador médico de MSF en Libia.