Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) basados en Misrata proporcionan asistencia a las personas heridas de los frentes de Bani Walid y Sirte. MSF lucha para hacer llegar su ayuda a los enclaves donde se libran los combates, aunque el acceso a estas zonas continúa vetado por motivos de seguridad.
Después de que se intensificaran los enfrentamientos en uno y otro lado de Misrata, en las líneas del frente de Bani Walid y de Sirte, los heridos, que son cada vez más, están siendo transferidos a los hospitales de la zona. El equipo quirúrgico de MSF trató la semana pasada a 34 heridos, la mayoría en el hospital Kasr Ahmed. Este centro, que tiene una capacidad de 18 camas, dispone de un bloque operatorio que MSF instaló el pasado mes de mayo para asegurar las urgencias quirúrgicas.
Un sistema de ambulancias permite trasladar a los heridos del frente que necesitan ser intervenidos de urgencia hasta Misrata que, a pesar de estar situada a 250 kilómetros de Sirte, es la ciudad más próxima dotada con establecimientos médicos. Para poder transportar a los heridos, se dispensan primeros auxilios en los puestos médicos avanzados, más cerca de las zonas de combate, donde también se estabilizan los casos graves. El puesto médico avanzado de Al Hicha, situado a 140 kilómetros de Sirte, recibió 56 heridos de bala en el día de su apertura, el pasado 15 de septiembre.
Además, MSF está dando apoyo a los equipos sanitarios de Libia proporcionándoles medicamentos y material médico de urgencia, como drenajes torácicos, y material logístico. MSF también ha equipado los puestos médicos avanzados con kits para partos con el objetivo que las mujeres embarazadas que quedan bloqueadas en estas zonas peligrosas puedan dar a luz en condiciones sanitarias óptimas.
Por otro lado, MSF está intentando hacer llegar ayuda a las ciudades de Sirte y de Bani Walid donde se estaría viviendo una situación difícil. En Sirte, por ejemplo, la población no tiene acceso a agua, gas ni electricidad. MSF no ha conseguido aún acceder a estas dos poblaciones por motivos de seguridad, y de momento sólo se ha podido llevar a cabo una donación de medicamentos. La organización también ha suministrado antibióticos, analgésicos y material de curas a los médicos de la ciudad de Zumzum situada a más de 15 kilómetros de Sirte.
MSF sigue muy de cerca de la situación mientras los combates se intensifican. Sus equipos en Misrata siguen prestando apoyo de salud mental y dispensando asistencia a prisioneros. Asimismo la organización sigue trabajando en otras regiones del país donde la violencia ya ha cesado, como es el caso de Yefren, Zintan y Trípoli.
MSF trabaja en Libia desde el 25 de febrero de 2011. Para asegurar la independencia de su labor médica, MSF sólo acepta fondos privados para financiar sus actividades en el país y rechaza todo tipo de financiación procedente de gobiernos, agencias financiadoras o grupos con ninguna afiliación militar o política.