Pedimos acuerdos europeos oportunos y predecibles para el desembarco de personas rescatadas

Carta de ONGs europeas a los estados de la Unión Europea. Demandamos el fin de las devoluciones forzosas a Libia y el apoyo a las operaciones de rescate.

Asunto: Acuerdos europeos oportunos y predecibles para el desembarco de personas rescatadas

Nosotras, las organizaciones, redes y plataformas abajo firmantes, le escribimos para transmitirle nuestras graves preocupaciones y le instamos a actuar en la crisis actual que se vive en el Mediterráneo. Desde enero de 2018, al menos 2.500 mujeres, niños y hombres se han ahogado en este mar. Mientras tanto, los líderes de la UE se han permitido convertirse en cómplices de la tragedia que se desarrolla ante sus ojos.

Durante más de seis meses, los Gobiernos europeos han intentado –y han fracasado– llegar a un acuerdo sobre un sistema que permita que los supervivientes puedan desembarcar de manera segura cuando llegan a una costa europea. En la actualidad, cada vez que un barco transporta a personas que acaban de ser rescatadas a un puerto europeo, los Gobiernos de la UE mantienen interminables y penosos debates sobre dónde puede desembarcar el buque y qué países pueden albergar a los supervivientes y tramitar sus solicitudes de asilo. Mientras tanto, mujeres, hombres y niños, que a menudo arrastran cicatrices físicas y mentales de su viaje, se quedan varados en el mar, a veces durante casi un mes. La misión naval de la UE en el Mediterráneo, la Operación SOPHIA, corre el riesgo de cancelarse porque los Gobiernos europeos no son capaces de ponerse de acuerdo sobre dónde desembarcar a las personas rescatadas.

En paralelo a esta situación, los Gobiernos europeos están ejerciendo una presión injustificada sobre las organizaciones de la sociedad civil que realizan misiones de búsqueda y rescate para salvar vidas en el Mediterráneo. En lugar de apoyar estas actividades en un esfuerzo por salvar vidas, varios estados miembros de la UE han dificultado sus operaciones; han realizado acusaciones infundadas contra ellas; y han impedido que los barcos de búsqueda y salvamento abandonaran sus puertos. Mientras que a estas alturas del año pasado, cinco organizaciones estaban realizando operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo, hoy solo hay una en disposición de hacerlo.

Las acciones de los gobiernos europeos han entorpecido enormemente que las organizaciones de búsqueda y rescate continúen su labor de salvar vidas y han imposibilitado que otros buques cumplan con sus obligaciones de rescatar a las personas en peligro y devolverlas al lugar seguro más cercano. Como resultado, el Mediterráneo se ha convertido en uno de los mares más mortíferos del mundo. En enero, un helicóptero naval rescató a tres personas que relataron que su barco había salido de Libia con 120 mujeres, niños y hombres a bordo. Todos los demás se habían ahogado. Las personas que son devueltas a Libia por la fuerza probablemente serán detenidas arbitrariamente, maltratadas, torturadas o vendidas como esclavas. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, más de 15.000 personas fueron devueltas a Libia en 2018.

Bajo el derecho internacional, las personas rescatadas en el mar deben ser llevadas al lugar seguro más cercano, donde serán tratadas con respeto y se les ofrecerá protección. Europa se ha comprometido a salvar vidas en el Mediterráneo y compartir la responsabilidad de acoger a los refugiados. El derecho a solicitar asilo y el principio de no devolución se repiten en los Tratados de la Unión Europea, que también declara que la Unión se basa en los valores del respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de derecho y de los derechos humanos. Estos son los valores en los que todos creemos y la ley a la que estamos sujetos, y deben ser defendidos independientemente de las discrepancias políticas.

Les solicitamos que en la próxima Reunión informal de ministros de Justicia e Interior, lleguen a un consenso sobre los acuerdos oportunos que salvarán vidas y respetarán los derechos fundamentales de las personas, incluyendo su derecho a solicitar asilo. Específicamente, le pedimos al Consejo que:

1. Apoye las operaciones de búsqueda y rescate: los países deben permitir que todos los barcos que realizan actividades de búsqueda y rescate puedan atracar en sus puertos, desembarcar a las personas rescatadas, y regresar al mar para continuar su labor de manera oportuna. Intentar impedir las operaciones de rescate y salvamento de las ONG y los buques comerciales es un enfoque peligroso que pone en riesgo la vida de las personas y socava la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos para resolver la situación.

2. Adopte acuerdos de desembarco a tiempo y previamente establecidos: hasta que se adopte una reforma que mejore el Sistema de Dublín, incluyendo un mecanismo permanente de responsabilidad compartida, se deben establecer acuerdos para garantizar el desembarco y la distribución adecuada de las personas rescatadas entre los Estados miembros de la UE. Las ONG han realizado propuestas concretas sobre acuerdos de reubicación tras los desembarcos. Dada la urgente necesidad de medidas para compartir la responsabilidad y los obstáculos para una solución a nivel europeo, los acuerdos deberían acordarse de inmediato, y los Estados participantes deberían identificarse desde el inicio, frente a la actual política basada en el análisis de caso por caso. Ninguno de los acuerdos debería exonerar a otros Estados miembros de sus obligaciones legales bajo la legislación europea, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados o el derecho marítimo.

3. Finalice el retorno forzoso a Libia: Libia es un país desgarrado por la guerra, donde refugiados y migrantes son detenidos con frecuencia en condiciones terribles que violan sus derechos humanos básicos. Las mujeres, niños y hombres que son devueltos a Libia por la Guardia Costera del país, con el apoyo explícito de la Unión Europea, o bajo las instrucciones de los Centros de Coordinación y Rescate Marítimo, se enfrentan a detenciones automáticas y arbitrarias y al riesgo real de padecer torturas y otras graves violaciones de los derechos humanos. Fuentes contrastadas, incluyendo algunas de las organizaciones firmantes, han constatado casos en los que las personas rescatadas y devueltas a Libia fueron torturadas y sufrieron abusos a su regreso. ACNUR ha instado a los Estados europeos a abstenerse de devolver a personas de terceros países a Libia, debido al alto riesgo que implica para su seguridad. Los Gobiernos europeos deberían establecer pautas claras, incluyendo el fin de las detenciones arbitrarias, y deberían estar dispuestos a suspender la cooperación y el apoyo a la guarda costera libia si dichas pautas no se cumplen.

La situación es más urgente que nunca y les instamos a que tomen medidas inmediatas.

Atentamente,

Organizaciones y plataformas firmantes:

Europa: Médicos Sin Fronteras, SOS Méditerranée, ACT Alliance EU, Acción Contra el Hambre, Caritas Europa, Churches´ Commission for Migrants in Europe (CCME), Danish Refugee Council, Emmaus International, The European Council on Refugees and Exiles, European Evangelical Alliance, Human Rights Watch, The International Catholic Migration Commission (ICMC), Missing Children, Mixed Migration Centre, Oxfam.

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