El Mar Mediterráneo Central se ha vuelto la ruta migratoria más mortífera de los últimos años. Cientos de personas mueren ahogadas intentando cruzarla en busca de protección y asilo.
A bordo de nuestro barco, el Geo Barents, realizamos tareas de búsqueda y rescate para salvar la vida de quienes emprenden esta peligrosa ruta. De acuerdo a las últimas cifras actualizadas, llevamos 87.326 personas rescatadas.
Nuestra embarcación es utilizada para socorrer a personas en peligro, proporcionar atención médica de emergencia a las personas rescatadas y amplificar las voces de los sobrevivientes de esta travesía marítima.
Refugiados en el Mar Mediterráneo Central: ¿qué llevan consigo?
Cuando una persona se ve obligada a huir de su hogar y dejar todo atrás para encontrar seguridad en otro sitio, ¿cuál es la única pertenencia que llevaría consigo?
Esta es la pregunta que nuestros equipos le han estado haciendo a los supervivientes a bordo del Geo Barents, desde octubre de 2023.
A través de diversos testimonios, descubrimos que el valor de los objetos que la gente ha conservado consigo durante todo el viaje va mucho más allá del dinero: por pequeños que sean, son posesiones preciadas que las personas guardan con cariño porque simbolizan momentos importantes de sus vidas o les recuerdan a algún ser querido.
Les compartimos, desde una mirada humana, distintas historias de hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para intentar la mortal travesía marítima de nuestra actualidad.
Los recuerdos latentes de sobrevivientes del Mediterráneo
El 5 de febrero de 2024, Madrid se embarcó con su marido, su hijo y su suegra en una embarcación de madera no apta para navegar desde las costas de Libia en un intento de llegar a Europa.
Unas 15 horas después, los cuatro fueron rescatados por nuestros equipos, junto a otras 130 personas, en medio del Mediterráneo Central.
“Mi marido, Moataz, y yo nos conocimos hace mucho tiempo. Me regaló este reloj cuando nos enamoramos. Más tarde nos casamos, y desde entonces no he dejado de llevarlo. Llevé el reloj conmigo cuando nos fuimos a Libia, a pesar de que tenía miedo de perderlo o de que me lo robaran.
Para mí era muy importante tenerlo porque este reloj simboliza su amor por mí. Cuando estuve en el centro de detención de Libia, tenía alergia en la piel, pero me lo quedé puesto. Lo llevo puesto cuando duermo, cuando me lavo o cuando hago cualquier otra cosa, porque este reloj me une fuertemente a él.”
Testimonio de Madrid.
Mohammad, de 33 años, también formaba parte de las personas rescatadas en aquella expedición del Geo Barents y nos relata la importancia del objeto familiar que lleva consigo desde su huida de casa.
“Este sombrero significa mucho para mí. No es un sombrero tradicional, pero es precioso. Lo tengo desde que salí de Siria hace dos años. Me lo regaló mi madre y me dijo que lo conservara conmigo.
Ha sido mi compañero durante todo el viaje, incluso durante la detención. Cuando me detuvieron en Libia, usaba este sombrero para taparme los ojos y dormir, para no ver el hacinamiento y las circunstancias en las que vivía la gente. Si lo perdiera, ningún otro sombrero podría sustituirlo”.
Testimonio de Mohammad.
Objetos que dan esperanza en medio de la desolación
Amer, de 31 años y su hermano Khalil, de 26, vivían en Damasco, Siria, hasta 2021, cuando partieron hacia Libia para intentar cruzar el Mediterráneo. Ambos fueron rescatados por nuestros equipos el 30 de noviembre de 2023 de una embarcación de fibra de vidrio en apuros.
“En algunas etapas de mi vida, cuando estaba sufriendo y a punto de rendirme y abandonar, estos pequeños objetos me dieron esperanza. Me recordaban por qué me mudé para buscar un futuro mejor para mí y para mi novia, que me espera en mi país de origen.
Estos objetos encierran una gran cantidad de recuerdos y significados. Fue duro llevarlos todo el camino y a través de las fronteras para asegurarme de que no se estropearan.
Los llevé cuando crucé el desierto y caminé por los valles. Estaba dispuesta a desprenderme de la ropa que tenía, pero no quería perder esto. La pieza de madera se ha estropeado por el calor y la humedad, pero la arreglaré. Mi novia me regaló este cuaderno porque me encanta escribir poesía y literatura.”
Testimonio de Amer.
Dilba, de 30 años, también fue rescatada por nuestros equipos el 5 de febrero de 2024 cuando intentaba cruzar el Mediterráneo en un barco de madera atestado y en apuros con otras 130 personas.
“Tengo fotografías de mi marido, de mis hijos, de mis hermanos, de mis mejores amigos, etc. Incluso ésta, que es la que figuraba en mi carné de estudiante universitario. La más preciada para mí es la de mi padre, que falleció.
Llevo todas estas fotografías conmigo para mantener vivos los recuerdos. Con la guerra de Siria, cada uno se fue a un sitio diferente. Algunos de mis amigos se fueron a Noruega, otros a Holanda, algunos se quedaron en Damasco, yo me fui a Kobanî.
Tuve que dejar la universidad, dejar mi barrio, mis amigos, el lugar en el que crecí. La guerra nos dispersó y aunque hace años que no los veo, con las fotografías, sus recuerdos permanecen.”
Testimonio de Dilba.
Por su parte, Precious, de 27 años, abandonó Nigeria en enero de 2022 debido al aumento de la violencia y a la inestable situación política.
Pasó 10 meses en Libia, donde se enfrentó a la violencia y la detención. Fue rescatada por nuestros equipos en plena noche del 15 de octubre de 2023 de un bote de goma abarrotado. Era su cuarto intento de cruzar el mar para llegar a Europa.
“Tenía miedo de perder mi tarjeta SIM, contiene los números de teléfono de mi familia y mis seres queridos. La protegí en los momentos más duros del viaje.
Es el único vínculo que me queda con la gente que dejé atrás en mi país. En Libia, durante la detención, lo escondí en las costuras de mi camiseta, y funcionó, no lo encontraron. Todavía lo tengo conmigo, y estoy muy agradecida por ello.”
Testimonio de Precious.