Entre el 27 y el 29 de octubre, nuestro equipo en el Geo Barents realizó siete operaciones de salvamento en aguas internacionales en la zona de búsqueda y rescate de Malta. 572 personas han sido rescatadas en estas operaciones en el mar. Entre los supervivientes, hay tres mujeres embarazadas, más de 60 menores, muchos de ellos no acompañados, y niñas y niños pequeños (el menor de solo 11 meses).
Durante todas las operaciones de búsqueda y rescate realizadas por el Geo Barents, nuestro equipo contactó e informó oportunamente a las autoridades marítimas maltesas, responsables de la zona de búsqueda y rescate donde se produjeron los salvamentos, así como a las autoridades italianas. El centro de coordinación de rescate maltés no envió ninguna instrucción ni comunicación.
Una semana después del primer rescate, las autoridades responsables de Malta no solo no proporcionaron ninguna coordinación, sino que además no están organizando ni asignando un puerto donde los 572 supervivientes que se encuentran a bordo del Geo Barents puedan desembarcar.
“Tenemos 572 personas a bordo con 572 historias diferentes. Todas ellas comparten la experiencia de arriesgar sus vidas para cruzar el Mediterráneo. En los últimos días hemos asistido a personas que viajaban en embarcaciones abarrotadas y en condiciones críticas. Todos los rescates tuvieron lugar en la zona de búsqueda y rescate de Malta. A pesar de haber informado oportunamente a las autoridades responsables y de haber solicitado repetidamente la coordinación de las autoridades maltesas, todas nuestras peticiones quedaron sin respuesta. La inacción de los estados costeros, en concreto de Malta, es flagrante, ya que este país no está organizando ni proporcionando voluntariamente un lugar seguro para desembarcar”, explica Riccardo Gatti, jefe de nuestro equipo de búsqueda y rescate a bordo del Geo Barents.
Según lo estipulado en las Directrices sobre la actuación con las personas rescatas en el mar, así como en los Convenios para la seguridad en el mar y de Búsqueda y rescate marítimo (SOLAS y SAR respectivamente, por sus siglas en inglés), el gobierno responsable de la zona de búsqueda y rescate donde las personas son rescatadas es responsable de proporcionar un lugar seguro o de garantizar que se proporcione dicho lugar seguro.
El compromiso inmediato de los Estados y su función de coordinación en estas situaciones es esencial, ya que crea y debe crear las condiciones para garantizar el respeto de los derechos humanos y otros principios del derecho internacional, incluido el acceso a la atención médica y otros servicios, y la prohibición de devolución.
Este compromiso también tiene que garantizar que las personas rescatadas en el mar en su región de búsqueda y rescate sean desembarcadas, tan pronto como sea razonablemente factible, en un lugar seguro que requiera una desviación mínima del viaje del barco, y donde la seguridad de los supervivientes ya no esté amenazada y puedan satisfacerse sus necesidades humanas básicas.
Por desgracia, nada de esto se está respetando en el mar.
Después de cuatro solicitudes de puerto seguro a las autoridades maltesas que no obtuvieron respuesta, el Geo Barents envió otras tres solicitudes oficiales a las autoridades italianas. Sin embargo, 572 supervivientes siguen en el mar sin lugar para desembarcar.
“A bordo hay un niño que está decidido a ir a Alemania. Allí está su madre, enferma terminal de cáncer. Quiere verla por última vez antes de que se vaya. No había forma de obtener un visado, así que la única opción para este chico era partir por la ruta más mortífera del mundo. Estas son algunas de las historias que escuchamos”, continúa Gatti.
“También hay una familia de Togo con una niña de 11 meses que nació en Libia con labio leporino y ahora tiene dificultades para tragar. Sus padres han estado trabajando en Libia para ahorrar dinero para curar a su hija, al mismo tiempo que intentan obtener un visado para Europa, que siempre les ha sido denegado. La única manera de conseguir el tratamiento necesario era atravesar el mar.
Todos los que cruzan el Mediterráneo saben que sus vidas corren peligro, pero no hay otra opción. A bordo va un niño que fue interceptado por la guardia costera libia y devuelto a la fuerza a Libia cuatro veces. Ahora lo ha conseguido, se ha librado del mecanismo de abusos y detenciones arbitrarias que le ha perseguido durante demasiado tiempo”, concluye Gatti.
© MSF/Candida Lobes.
Renovación del acuerdo Libia-Italia
Hoy, 2 de noviembre, el acuerdo sobre migración entre los Gobiernos de Italia y Libia se renovará automáticamente por tres años.
Dicho acuerdo, patrocinado por la Unión Europea, ha supuesto millones de dólares de apoyo financiero y técnico entregados a la Guardia Costera de Libia, que ha interceptado a más de 100.000 personas en el mar desde que se firmó por primera vez en 2017, para luego devolverlas a la fuerza a los centros de detención libios.
Nuestros equipos que operan en Libia y el Mediterráneo han sido testigos de primera mano del ciclo de violencia que este acuerdo ha financiado y han afirmado repetidamente que Libia no es un lugar seguro para que los migrantes sean devueltos.
*Actualización al 8 de noviembre: de las 572 personas migrantes que se encontraban a bordo de nuestro buque de rescate, solo 357 fueron autorizadas a desembarcar por Italia el día 6 de noviembre. Finalmente, el 8 de noviembre, los 213 sobrevivientes restantes pudieron desembarcar.