A medida que la crisis humanitaria en Irak empeora con la intensificación de la ofensiva en Mosul y sus alrededores,
el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) busca brindar cuidados lo más cerca posible de las líneas de frente, lo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La crisis humanitaria en Irak empeora a medida que la batalla en Mosul y en los alrededores de la ciudad se intensifica. Como parte de su respuesta a las necesidades médicas generalizadas, MSF ha abierto un hospital de campaña con capacidad quirúrgica a unos 30 kilómetros al norte de la ciudad y está instalando un segundo en Qayyarah, 60 kilómetros al sur de Mosul.
«El objetivo de estos hospitales es facilitar atención a los pacientes gravemente heridos en los combates», afirma Barbara Turchet, coordinadora general de MSF en Irak. «El hospital al norte de Mosul se encuentra en la carretera principal de Dohuk y está especializado en la estabilización y en cirugía de urgencia vital. Para los heridos más graves, el poder brindar cuidados lo más cerca posible de las líneas de frente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte».
«Entre los primeros pacientes ingresados se encontraba una familia cuya casa fue alcanzada por un misil», explica Turchet. «Dos miembros de la familia recibieron tratamiento en la nueva instalación de MSF. Otros dos fueron estabilizados y remitidos al hospital en Al Shekhan. La mayoría de los pacientes tratados o estabilizados en el hospital de campaña hasta el momento presentaban heridas causadas por metralla o disparos«.
El hospital de campaña que se está construyendo en Qayyarah surge respuesta a las necesidades médicas detectadas por los equipos al sur de Mosul. Al igual que con el centro abierto en el norte, su objetivo es proporcionar atención quirúrgica lo más cerca posible de las líneas de frente. El hospital se ubica dentro del complejo del centro de Atención Primaria de Salud existente en Qayyarah.
Las salas de urgencias y de hospitalización ya están preparadas. La instalación quirúrgica están siendo emplazada temporalmente bajo carpas inflables a la espera de la instalación de una estructura más estable dentro de contenedores de transporte acondicionados.
Ambos hospitales de campaña están vinculados a estructuras médicas preexistentes radicadas en ciudades cercanas. Los pacientes son transportados entre ellas en ambulancias administradas por la Dirección de Salud. En este sentido, los equipos médicos de los centros abiertos por MSF están integrados por personal adscrito a la Dirección de Salud que trabaja en conjunto con el personal internacional de MSF.
La organización médico-humanitaria planea desplegar puestos médicos avanzados más cerca de las líneas de frente. En estos centros, los pacientes podrían ser estabilizados antes de la remisión para una intervención quirúrgica en los dos hospitales de campaña.
Los equipos móviles de MSF, que ya prestaban atención médica y mental a los desplazados en las provincias de Erbil y Ninewa, han ampliado su intervención a las personas que han abandonado sus casas recientemente durante la campaña de Mosul y ahora residen en campamentos en Zelekan (al noroeste de Erbil) y Hasansham (al oeste de Erbil).
MSF trabaja en Irak sin interrupción desde 2006. Para asegurar su independencia, MSF no acepta fondos de gobiernos ni agencias internacionales para sus programas en Irak. Sus proyectos en el país están financiados, exclusivamente, por donaciones de particulares.