Médicos Sin Fronteras (MSF) da la bienvenida a los nuevos protocolos para el tratamiento del VIH hechas públicas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y reclama que las mejoras se pongan en marcha rápidamente permitiendo que se beneficien las personas y los programas en los países en desarrollo. MSF también hace hincapié en que para ello será necesario un mayor apoyo internacional. Las recomendaciones de la OMS incluyen adelantar la terapia antirretroviral para las personas que viven con el VIH, la mejora de los protocolos de prevención de la transmisión del virus madre-hijo y un seguimiento regular y más efectivo de la carga viral en las personas para asegurar que el tratamiento está funcionando.
«El tratamiento temprano del VIH marca una diferencia importante: mantiene a la gente más saludable y ayuda a prevenir la propagación del virus dentro de las comunidades, pero para ello necesitamos el apoyo político y financiero para que estas recomendaciones se extiendan velozmente», dijo el Dr. Unni Karunakara, presidente internacional de MSF.
El empleo del control de la «carga viral» para garantizar que los medicamentos antirretrovirales mantienen el virus contenido es otro avance importante en las recomendaciones. La carga viral funciona mejor cuando se vincula a apoyar una adhesión sólida al tratamiento y muestra múltiples beneficios tanto para los pacientes como para los proveedores de tratamiento.
«No hay mayor factor de motivación para que las personas se adhieran a su tratamiento contra el VIH que saber que el virus es indetectable en la sangre», expresó el Dr. Gilles van Cutsem, coordinador médico de MSF en Sudáfrica. «Los análisis de carga viral son la mejor manera de hacer que los pacientes mantengan el tratamiento de primera línea y de saber cuándo cambiar a medicamentos de segunda línea. Ya es hora de que estén disponibles en los países donde la enfermedad tiene un mayor impacto. Con las nuevas directrices ahora nuestro objetivo colectivo debería ser ampliar la cobertura sin echar por tierra lo conseguido: llegar a más gente, que se mantengan en el tratamiento y con una carga viral indetectable.
Con los nuevos protocolos de la OMS, el número de personas que ahora son elegibles para tratamiento se incrementará sustancialmente.
«Estas nuevas recomendaciones de tratamiento son ambiciosas y, además de necesarias, son también factibles», afirmó el Dr. Karunakara. «Ahora no es el momento de amedrentarse sino de seguir adelante con lo que sabemos que funciona para obtener el mejor tratamiento posible para la mayoría de la gente tan pronto como sea posible. Los países deben aplicar las nuevas directrices de la OMS y acelerar el tratamiento sin demora, por lo que es fundamental movilizar el apoyo internacional para posibilitar que lo hagan, incluida la financiación para los programas de tratamiento del VIH de los gobiernos donantes y del Fondo Mundial».
La experiencia de MSF en el tratamiento del VIH en los países en desarrollo desde el año 2000 ha demostrado que la ampliación de la atención de calidad a un gran número de personas es posible a través de estrategias de prestación de tratamiento adaptadas en conjunción con políticas de apoyo.
Los medicamentos deben ser asequibles y fáciles de tomar, el seguimiento es esencial y debe ir acompañado de asesoramiento eficaz para las personas con problemas de adherencia al tratamiento, y debe alentarse y dotar de poder para que las personas asuman un papel más importante en la gestión de su atención. Por ejemplo, una estrategia piloto que MSF puso en marcha en Mozambique para simplificar la asistencia y ayudar a que las personas se adhieran a su tratamiento ha sido la de formar pequeños grupos de pacientes en los que un miembro de otro grupo acude a realizar una comprobación cada mes y se encarga de obtener las medicinas necesarias para completar el tratamiento mensual para el conjunto del grupo. Este modelo no sólo simplifica la atención a las personas sino que también libera tiempo del personal de salud para centrarse en los casos más críticos.
Pero a través de su trabajo, MSF también está comprobando que muchas personas siguen siendo excluidas del tratamiento y que se debe prestar atención especial en asegurar que estos países no se queden atrás.
En lugares como la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Guinea y Myanmar, es como si el reloj se hubiera detenido diez años atrás, con un número vergonzosamente alto de personas que mueren porque no pueden obtener tratamiento. Existe también una necesidad de aumentar la cobertura de las poblaciones vulnerables, como la población rural pobre en los países de alta prevalencia», dijo el Dr. van Cutsem. «La comunidad internacional no debe permitir el abandono de las personas que necesitan tratamiento contra el VIH en contextos de inestabilidad, donde los sistemas son débiles o la voluntad política es insuficiente.»
MSF facilita actualmente tratamiento contra el VIH a 285.000 personas en 21 países.