La organización expresa su conmoción e indignación por el ataque que se produjo el pasado lunes en Kismayo
Médicos Sin Fronteras (MSF) expresa su indignación por lo que parece ser un ataque organizado que acabó con la vida de nuestros tres compañeros Victor, Damien y Mohmed Bidhaan, junto con dos personas más, el lunes 28 de enero en Kismayo, Somalia.
Como muestra de nuestro respeto y por la falta de claridad entorno al ataque, MSF ha suspendido, por el momento, su presencia internacional en el país.
El ataque contra nuestros equipos es absolutamente intolerable, afirmó el Dr. Christophe Fournier, presidente del Consejo Internacional de MSF, y una seria violación de la acción humanitaria con la que nuestros colegas estaban tan comprometidos.
87 trabajadores internacionales han sido evacuados de 14 proyectos en Somalia. Este ataque tiene un impacto directo en el nivel de la asistencia a la población somalí, explicó Fournier. Aunque las actividades médicas más urgentes continúan bajo al supervisión de nuestros colegas somalíes, la suspensión va a obstaculizar claramente la asistencia médica esencial de MSF en Somalia.
Como MSF ha destacado ya en varias ocasiones durante el ultimo año, esto ocurre en un momento en el que el país se enfrenta a una emergencia crítica debido a la intensificación de la violencia, a los desplazamientos masivos y a las necesidades médicas agudas que quedan sin asistencia. En varias zonas del país, las tasas de mortalidad están mucho más allá del umbral de emergencia. Cientos de miles de somalíes luchan por sobrevivir y necesitan asistencia inmediata urgentemente de la comunidad internacional. Son víctimas indirectas de los ataques contra trabajadores humanitarios.
MSF está decidido a proporcionar asistencia en Somalia pero como organización neutral e independiente, debemos confiar en la aceptación, apoyo y protección de las comunidades somalíes para llevar a cabo nuestro trabajo. Pedimos a todos los grupos y partes en Somalia que respeten el trabajo de nuestro personal nacional e internacional que se dedican a tratar a somalíes que necesitan asistencia médica urgente.
MSF ha trabajado ininterrumpidamente en Somalia durante más de 16 años y está actualmente proporcionando cuidados médicos en 11 regiones del país. Antes de la suspensión, había unos 90 trabajadores internacionales de MSF y aún permanecen más de 800 trabajadores nacionales que trabajan en Somalia. En 2007, se abrieron varios nuevos proyectos como respuesta a las consecuencias humanitarias y médicas de la guerra actual. Equipos médicos han realizado más de 1.500 operaciones de cirugía, 520.000 consultas ambulatorias y han ingresado a unos 23.000 pacientes en el hospital.