En febrero de 2009 el Consejo Gubernamental del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) llegó a un acuerdo sobre la necesidad de desarrollar un instrumento global, legalmente vinculante, sobre el mercurio. La meta general del instrumento es proteger la salud humana y el medio ambiente, reduciendo las emisiones de mercurio. En la próxima ronda de negociaciones, que tendrá lugar en Nairobi entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre, se discutirá la inclusión del tiomersal, un conservante de vacunas de amplio uso, implementado en vacunas inactivas suministradas en ampollas de dosis múltiples, en una lista de productos prohibidos. Si esta propuesta es adoptada, tendrá serias consecuencias negativas en la capacidad de los programas nacionales de inmunización para vacunar a sus poblaciones en contra de una serie de enfermedades prevenibles.
Mientras delegados gubernamentales se reúnen con representantes de organizaciones internacionales de la sociedad civil en Nairobi, Médicos Sin Fronteras (MSF) apela a los Ministerios de Salud a comprometerse con sus comitivas de representantes, con el fin de que las preocupaciones del sector de la salud sean consideradas en las posiciones de los países. MSF también insta a las partes negociantes a eliminar al tiomersal de la lista de productos a ser prohibidos.
MSF usa vacunas que cumplen con los estándares de calidad, seguridad y eficacia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). MSF, como muchos ministerios de salud, utiliza vacunas en frascos de dosis múltiples que contienen tiomersal, porque son más prácticas y más económicas que los viales de dosis únicas. La mayoría de las vacunas necesitan ser refrigeradas a temperaturas de entre 2 y 8°C, y los viales de dosis múltiples ocupan menos espacio por dosis en la cadena de frío durante el almacenamiento y el transporte. Usar ampollas de dosis múltiples también resulta en menos contenedores viales para desechar al finalizar las campañas de vacunación. Las vacunas en viales de dosis múltiples también son menos costosas para comprar a los productores.
Si el tiomersal es prohibido, sin embargo, muchos programas de inmunización no podrían alcanzar a la misma cantidad de niños. Los productores deberían dejar de fabricar ampollas de dosis múltiples de vacunas importantes, como la vacuna pentavalente, que protege a los niños de cinco enfermedades difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B. La venta de la nueva y económica vacuna conjugada contra la meningitis A que ha detenido la epidemia de meningococos durante las pruebas piloto en tres países africanos y que ha sido programada para expandirse a lo largo del continente en los próximos años sería prohibida.
Cambiar a insumos de dosis única a nivel global requeriría que los productores incrementen su capacidad de producción; el costo de esta expansión haría aumentar el precio de las vacunas de dosis únicas. Además de pagar precios más altos por las vacunas en cuestión, los países tendrían que expandir también su capacidad de contención en cadenas de frío para lidiar con el incremento en el volumen de productos un proceso que algunos países en desarrollo que ya están luchando para mantener una cobertura de inmunización adecuada no podrían afrontar. Estos costos adicionales y cambios logísticos ligados a la prohibición del tiomersal socavarían aún más la capacidad de los programas de inmunización de distribuir vacunas a niños y de protegerlos contra enfermedades prevenibles.
Actualmente, ningún otro conservante de vacunas aprobado por la OMS ha demostrado ser efectivo para los productos que serían afectados por la prohibición del tiomersal. Aún si se testearan o desarrollaran conservantes alternativos y los productores reformularan sus vacunas, los productos con nuevos elementos deberían ser testeados y nuevamente presentados sometidos para su aprobación a las autoridades de regulación. Este proceso tomaría años y, mientras tanto, los programas de vacunación se verían afectados.
En una presentación a las negociaciones de la PNUMA, la OMS reiteró su recomendación de usar vacunas de dosis múltiples que contengan tiomersal. El Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS ha monitoreado el uso del tiomersal en vacunas durante más de una década, y no ha hallado evidencia de que la cantidad de tiomersal contenida en las vacunas represente un riesgo para la salud . De igual modo, mientras que los Estados Unidos y muchos países europeos sólo usan una pequeña cantidad de vacunas que contienen tiomersal, sus autoridades de regulación no han hallado evidencia de que el tiomersal, que ha sido utilizado en vacunas desde 1930, sea dañino para la salud de los niños .
MSF apoya los esfuerzos de la PNUMA para eliminar y reducir los riesgos de los compuestos de mercurio que sean dañinos para la salud humana. Sin embargo, permitir el uso de tiomersal es crítico para asegurar una exitosa continuación de los programas de vacunación. Dadas las consecuencias negativas que la prohibición de tiomersal tendría sobre los programas de inmunización y los esfuerzos globales para vacunar contra enfermedades mortales, la prohibición de tiomersal debería ser eliminada de la consideración en las negociaciones de la PNUMA.