En Níger, la temporada de escasez antes de la cosecha es la época en la que se presentan la mayoría de los casos de desnutrición. Coincide también con la llegada de las lluvias y un incremento en la presencia de los mosquitos transmisores de la malaria.
La combinación de estos factores puede ser letal para los niños pequeños si no reciben tratamiento a tiempo.
Durante este periodo, contamos con 1.430 trabajadores tanto en los centros sanitarios como en los pueblos. El objetivo, prevenir, detectar y tratar las enfermedades que afectan a los niños menores de 5 años. En esta línea, nos centramos en la prevención y en estrategias para atender a los niños lo más rápido y cerca de sus comunidades como sea posible.
La prioridad, los más pequeños
Desde 2005, trabajamos en colaboración con el Ministerio de Salud en los servicios de pediatría de los hospitales de Madaoua, Madarounfa y Magaria. En 2016, la unidad de pediatría de Dungass volvió a abrir, así que, en total, hay más de 1.200 camas de pediatría disponibles para cubrir las necesidades médicas de los más pequeños.
“En casa ya no tenemos mijo y tampoco hay reservas de comida. Binta, mi hija más pequeña, comenzó a perder peso y sus extremidades comenzaron a hincharse… ayer vine a pediatría para que recibiera atención médica. Creo que ya está mejorando,” explica Hasira, madre de tres hijos.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 800.000 niños en Níger corren el riesgo de sufrir desnutrición moderada o severa.
En concreto, las regiones de Maradi, Zinder y Tahoua son las más afectadas: entre junio y mediados de septiembre, más de 6.400 niños con desnutrición moderada y severa, exacerbada por complicaciones como la anemia, fueron atendidos en los centros de alimentación terapéutica que apoyamos.
Por un enfoque global
La mayoría de los niños admitidos en nuestras unidades de pediatría sufren desnutrición y otras condiciones médicas como la malaria. Además, se les hacen pruebas de tuberculosis (TB) y VIH, a las que son más vulnerables, así como a sus cuidadores. Si es necesario, se les vacuna contra estas enfermedades.
En Níger, muchas muertes infantiles siguen estando relacionadas con enfermedades fácilmente prevenibles y tratables.
Por ello, es fundamental trabajar de forma integral en colaboración con las comunidades locales y el Ministerio de Salud con el fin de facilitar el acceso a atención médica de estos niños que padecen enfermedades comunes.
En las regiones de Maradi y Zinder, en el sur del país, apoyamos a las autoridades sanitarias brindando servicios que combinan el tratamiento para pacientes externos con desnutrición severa, la detección de la malaria y el tratamiento de otras enfermedades infantiles. Nuestros equipos están trabajando en 16 centros médicos y en tres clínicas. Los más enfermos son atendidos inmediatamente y son transferidos a las salas de estabilización, antes de ser referidos a un hospital, si es necesario. En seis centros médicos en el distrito de Madaoua, estamos listos para apoyar a las autoridades sanitarias en caso de que se presente una afluencia de pacientes durante este pico.
Prevenir, mejor que curar
En 44 pueblos de Maradi, los trabajadores sanitarios de la comunidad, capacitados y apoyados por nuestra organización, realizan pruebas de detección de malaria y atienden a los pacientes sin complicaciones. Entre junio y mediados de septiembre, 13.000 niños fueron atendidos de forma gratuita en sus hogares y 750 más fueron referidos a tratamiento.
Este enfoque comunitario hace que la atención médica sea más accesible.
La promoción de la salud enfocada directamente a la salud de los niños también es muy importante. Junto con los trabajadores sanitarios y los trabajadores de alcance comunitario, nuestros equipos viajan de pueblo en pueblo para hablar sobre la lactancia, la importancia de la vacunación y el uso de los mosquiteros impregnados con insecticidas. También abordan hablan sobre los riesgos que conlleva el utilizar la medicina tradicional para tratar enfermedades.
Desde que comenzó el pico en junio, hemos atendido a más de 108.000 niños en nuestros diferentes proyectos comunitarios y hospitalarios en las regiones de Zinder, Tahoua y Maradi.