¿Cuál es la situación actual de las personas que huyeron del lago Chad?
La situación es crítica; la mayoría se estableció alrededor de dos campos: uno en Bosso y el otro en Nguigmi, dos localidades situadas cerca del lago. Abandonaron las islas a causa de la orden de evacuación de las autoridades tras el violento ataque de Boko Haram en la isla de Karamga el 25 de abril, en el que muchos soldados nigerianos murieron y otros desaparecieron. Entonces, se establecieron rápidamente donde pudieron para poder salvarse, sin tener nada preparado.
Según las cifras proporcionadas por las autoridades regionales, durante la primera semana de mayo, alrededor de 11.200 personas procedentes de las islas llegaron a Nguigmi y 13.000, a Bosso. Además, alrededor de 15.000 fueron enviadas a la ciudad de Gaidam, en el norte de Nigeria, tras pasar un tiempo alojadas en un centro de tránsito en Diffa.
¿Qué está haciendo MSF para ayudar a estas personas?
Además del trabajo que ya llevaba a cabo en la región, MSF puso en marcha actividades médicas en los primeros días tras el movimiento de población. De hecho, tenemos un equipo en el campo de Kimegana (en Nguigmi) y otro en el campo de Yebbi (en Bosso) que ofrecen atención médica gratuita a todo el mundo, priorizando a los menores de 5 años y a las mujeres.
Además, seguimos apoyando el centro de salud materno-infantil de referencia en la región, situado en Diffa, y los centros de salud de Geskerou, Ngarwa y Nguigmi, en colaboración con el Ministerio de Salud. También empezaremos en breve a apoyar dos centros de salud en Baroua y Toumour, dos localidades en el distrito de Bosso.
El gobierno tiene la intención de recolocar a la población desplazada; por ejemplo, trasladar a los que están en el campo de Kimegana a Kablewa, dado que el sitio actual está en el curso del río. Por lo tanto, vamos a adaptar nuestra intervención para poder seguir asistiendo a estas personas.
¿Cuáles son las necesidades más importantes de esta población?
Sus principales necesidades son refugio, agua, un sistema de saneamiento, salud y protección. Sin embargo, hay muy pocas organizaciones que todavía trabajen en la zona y la mayoría de ellas actúan en Diffa y Nguigmi, donde la situación es menos crítica en términos de acceso y seguridad.
En el campo de Yebbi, en Bosso, el CICR distribuye alimentos y otros artículos de primera necesidad a la población desplazada. No obstante, MSF es la única ONG que tiene una presencia operativa diaria en el campo, con un equipo que da acceso ininterrumpido a la atención de salud primaria. Todos los días derivamos a muchos pacientes a Bosso y Diffa para salvarles la vida.
¿Cuál es el perfil de las personas que huyeron del lago Chad?
Muchos de los desplazados son de Nigeria y Níger, a pesar de que en las islas también habitan personas de otras nacionalidades, como Chad, Camerún y Mali.
La mayoría de los pacientes que recibimos en el centro de salud están traumatizados por la continua violencia de Boko Haram. Algunos de ellos se han desplazado repetidas veces desde Nigeria a Chad y Níger. Muchos llegaron de zonas como Malanfatori, Damasak y Baga antes del último movimiento desde las islas.
Algunos de ellos, han perdido a su familia y sus propiedades, y lo único que necesitan es un lugar donde poder establecerse en paz para recuperar su dignidad y el acceso a los servicios sociales básicos.
¿Cuáles son las dificultades para asistir para esta población?
Uno de los principales retos es la seguridad, ya que la zona está cerca del lago Chad, donde una fuerza multinacional está llevando a cabo operaciones militares contra Boko Haram. Otro reto es el acceso: la zona es muy arenosa y, aunque ahora mismo hace mucho calor (se sobrepasan fácilmente los 45 °C y hay que estar bebiendo todo el día), en breve empezará la temporada de lluvias y con el río Komadougou la carretera quedará anegada de barro.
¿Cuáles son las principales preocupaciones para el futuro?
Estamos muy preocupados por lo que pueda suceder en las próximas semanas y meses, dado que las lluvias pronto empezarán y la población se ve obligada a hacer sus necesidades al aire libre por falta de un sistema de saneamiento suficiente y adecuado. Tememos que, por ello, no pueda evitarse un brote de cólera. En el campo se tiene un acceso muy limitado al agua potable, la población desplazada no dispone de la suficiente protección, y debido a la lucha constante contra Boko Haram y el terrorismo es necesario velar por los derechos humanos.