Esther Sterk es médica y llegó a Filipinas a principios de la semana para colaborar con Médicos Sin Fronteras (MSF) en la respuesta a la destrucción causada por el tifón Haiyan. Trabaja con el equipo que evalúa cuáles son las necesidades inmediatas en las islas aledañas a Cebu, áreas remotas que han resultado enormemente afectadas por la tormenta. En esta entrevista describe los primeros días de trabajo de MSF y analiza la situación en la zona.
La ciudad de Tacloban ha sido donde se han centrado los mayores esfuerzos para hacer llegar ayuda, pero el daño en otros lugares es también enorme. Ayer conseguimos evaluar zonas en Panay, Negros e Islas Bantayan-
La parte occidental de la isla de Panay ha resultado tremendamente dañada. En algunos pueblos, el 80% de las casas han quedado destrozadas. La mayoría de los techos y paredes se han caído o derrumbado, cuando no toda la estructura. En los próximos días nos centraremos en pueblos aislados a lo largo de la costa y en las islas de los alrededores. Por el momento no sabemos si existen servicios médicos que estén funcionando en la zona, pero lo que sí sabemos es que los centros de salud, los hospitales estarán destruidos o sus estructuras muy dañadas.
La gente necesita de todo
La población nos dice que lo que más necesitan es agua potable, porque los lagos ahora contienen agua salada cuando fueron invadidos por el aumento del nivel del mar. En las áreas rurales, no hay manera de encontrar comida, porque los cultivos han sido destruidos. La población se mueve entre islas en botes, pero éstos también han resultado dañados. La gente enferma no tiene manera de alcanzar las islas con más recursos. En aquellas que son más grandes, las comunidades trabajan para limpiar las carreteras de árboles caídos y de todo aquello que arrastró la tormenta.
Preparados para una segunda ola de pacientes
El hospital que visitamos en la ciudad de Roxas, en el norte de la isla, ha resultado afectado en su estructura pero está funcionando. El equipo local ha hecho un magnífico trabajo para lidiar con la primera ola de pacientes, la mayoría con heridas abiertas o traumatismos por impactos y caída de objetos.
Ha llovido mucho y los sobrevivientes no tienen refugio, por lo que nos estamos preparando para una segunda ola de pacientes. En el hospital ya comienzan a ver infecciones respiratorias y diarreas y es muy posible que los números de enfermos por patologías similares aumente rápidamente. MSF intervendrá en este hospital con la aportación de más personal, medicamentos e instrumental. Organizaremos asimismo clínicas móviles para llegar a los pueblos y a las islas más pequeñas. Necesitamos ser muy rápidos porque con las inundaciones se produce una mayor proliferación de mosquitos y por lo tanto de mayor riesgo a la contracción de malaria y la transmisión del dengue. La leptospirosis, una enfermedad en la que las aguas contaminadas juegan un papel determinante (con síntomas similares al dengue, la fiebre amarilla o la malaria y que en casos extremos puede producir la muerte) es endémica en esta parte de Filipina,
Llevar ayuda a los más aislados
Nos centramos en llevar ayuda de la forma más rápida posible a las áreas más aisladas. Desde hoy trabajaremos en colaboración con el personal del Ministerio de Salud. Dos equipos regresarán a la costa este de Panay, mediante barcos pero también con helicópteros. Llevarán medicamentos e iniciarán la identificación de lugares para llevar a cabo las clínicas móviles con el objetivo de acercarnos lo más posible a la gente.
Para colaborar con la asistencia a las víctimas del tifón Haiyan, los interesados pueden ingresar aquí o llamar desde Argentina al 0810-222- 6732 para hacer una donación.