Durante el pasado mes el número de heridos de bala y víctimas de violaciones atendidos por MSF aumentó considerablemente. Los niveles de violencia que padece la población en las zonas afectadas por el conflicto son preocupantes.
Desde mayo de 2010 se ha duplicado el número de víctimas de violaciones que reciben tratamiento en el hospital de MSF en Mweso, en el este de Congo, hasta llegar a 40 pacientes en agosto. Se han doblado, también, los casos de víctimas de la violencia física: más de 20, en relación a los meses anteriores. Los equipos de MSF desconocen la autoría de estos terribles ataques, pero están consternados por su brutalidad y el incesante nivel de violencia contra la población atrapada en medio del conflicto.
Los habitantes de las provincias de Kivu Norte fueron víctimas de los violentos ataques perpetrados por hombres armados con martillos y que incendiaron la noche del jueves 25 de agosto una aldea ubicada a 20 kilómetros de Mweso: Ocho hombres armados con martillos agredieron a más de 20 personas, explicó el coordinador médico de MSF, Martins Dada. Tan pronto como lo supimos, a la mañana siguiente, nos desplazamos de inmediato hasta allí para proporcionar atención médica de emergencia. La gravedad de la situación quedó patente, rápidamente nos ocupamos de los heridos. Una de las víctimas murió allí mismo y otra persona falleció antes de nuestra llegada.
Tras los ataques, 15 personas fueron admitidas en el hospital de MSF en Mweso, 7 de las cuales estaban en coma tras haber sufrido graves fracturas craneales. Las 8 restantes presentaban heridas de gravedad. Un muchacho de 15 años murió el viernes por la tarde; otro paciente falleció y hay otros que siguen en situación crítica, incluyendo a una mujer embarazada. Todos los pacientes están extremadamente traumatizados.
Todo el mundo está en estado de shock», añade Martins Dada. «La población de la aldea está demasiado afectada para hablar. Hay un hombre totalmente confuso y con terrores constantes, grita, da patadas y golpes hasta que le calmamos, y se sume en un coma del que vuelve a despertarse y revivir la misma historia.
Apenas unos días antes, MSF había atendido a unos pacientes heridos durante el incendio y saqueo de un campo de desplazados. 170 chozas quedaron reducidas a cenizas y otras 80 fueron saqueadas», dice la trabajadora de salud mental de MSF, Joelle Depeyrot. «Desde estos incidentes, otros pacientes han acudido a nosotros en un estado de agitación y miedo. No estaban allí, pero han vivido otros sucesos terribles y han escuchado las historias. Dicen vivir con un miedo constante. Pasan el tiempo pensando cuándo serán torturados y asesinados.
En el área de Shabunda, en Kivu Sur, también se han dado varios brotes de violencia en las últimas semanas. Allí, más de 25.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en apenas dos semanas debido a los cruentos enfrentamientos entre el ejército congoleño y varios grupos armados. Más de 20 aldeas han sido reducidas a cenizas y saqueadas y sus habitantes han tenido que huir en busca de refugio hacia Shabunda y Katshungu y hacia el monte que rodea a ambas ciudades. De hecho, los equipos de MSF ya estaban respondiendo a las necesidades médicas de otros 20.000 desplazados en el sur de Shabunda desde el pasado mes de junio y en la actualidad el número de desplazados en la ciudad y sus alrededores supera ya los cien mil.
MSF proporciona atención médica de emergencia en Kivu norte y sur, gestionando hospitales, clínicas móviles, campañas de vacunación y programas de cólera, a la vez que proporciona tratamiento y ayuda psicológica a las víctimas de la violencia sexual.