Médicos Sin Fronteras (MSF) expresa su preocupación por la creciente violencia contra migrantes subsaharianos indocumentados en la región Oriental de Marruecos, en particular, en la ciudad fronteriza de Nador. Desde finales de abril, los equipos de MSF han atendido a un número cada vez mayor de víctimas de la violencia en la región.
La región Oriental alberga a cientos de migrantes subsaharianos que intentan llegar a Europa. MSF atiende a esta población en la ciudad de Nador, a unos 15 kilómetros de la ciudad española de Melilla, y en Oujda, localidad fronteriza con Argelia, al sur de la región.
En las clínicas móviles de MSF en Nador, el porcentaje de pacientes atendidos por heridas relacionadas con la violencia se ha doblado: de un 15% a un 34% entre abril y julio, explica David Cantero, coordinador general de MSF en Marruecos. Muchas de estas personas han resultado heridas al intentar evitar ser arrestadas o cuando trataban de saltar las vallas fronterizas. Sin embargo, en los últimos meses un mayor número de pacientes nos han dicho que sus heridas eran a resultas de ser golpeados por las fuerzas de seguridad cuando intentaban cruzar hacia España.
El equipo móvil de MSF acompañó en julio a 20 migrantes heridos al hospital Al Hassani en Nador, donde fueron atendidos por los servicios de salud marroquíes. Nueve de ellos tuvieron que ser hospitalizados por causas diversas, entre ellas, traumatismos craneales y fracturas de mandíbula y de miembros superiores e inferiores. Tres de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente.
En Oujda, a 134 kilómetros al sur de Nador, el número de víctimas de la violencia atendidas por los equipos de MSF, directamente o por referencia a los servicios de salud marroquíes, paso de unos 40 pacientes en situación normal a 130 en el mes de julio.
El hecho de que en julio hayamos sido testigos de un aumento de víctimas de la violencia en Oujda significa que probablemente muchos migrantes fueron deportados a la frontera argelina ya enfermos o heridos, y que están regresando a Marruecos, explica Cantero. También es un indicador de la falta de asistencia adecuada a esta población en Nador y de la necesidad urgente de que un mayor número de ONG y organizaciones internacionales se implique en la zona.
MSF está dispuesta a aumentar sus actividades médicas móviles y a dar apoyo a los servicios de salud de Nador para garantizar que los migrantes pueden acceder a la asistencia médica que necesiten.