Debido al preocupante aumento del número de casos de desnutrición en las estructuras de salud del suroeste del país, el pasado junio las autoridades locales alertaron a algunas organizaciones. Las evaluaciones nutricionales rápidas que se llevaron a cabo corroboraron las previsiones: en algunas zonas, más del 20% de los niños presentaba signos de desnutrición. En vista de la situación, MSF decidió poner en marcha varias intervenciones de emergencia para combatir la desnutrición infantil.
Casi 620 niños desnutridos admitidos en tres semanas
El primer programa empezó el 23 de julio en Carnot, una ciudad diamantífera del suroeste de RCA, con la apertura de una unidad nutricional en el hospital local. El 17 de agosto, unas tres semanas después, cerca de 420 niños desnutridos ya habían sido admitidos. Está previsto abrir tres centros nutricionales ambulatorios en Carnot y sus alrededores para que los niños puedan seguir el tratamiento en sus casas.
El 3 de agosto, otro equipo de MSF iniciaba una intervención nutricional de emergencia en la ciudad de Boda, al oeste de Bangui, la capital. Dos semanas después de iniciar las actividades, 220 niños severamente desnutridos ya han sido admitidos en el programa. Además de una unidad hospitalaria para atender a los casos más graves, MSF ha abierto seis centros nutricionales ambulatorios en la región.
Evaluación y apertura de nuevos proyectos
Ante la degradación de la situación nutricional en toda la región, los equipos de MSF están realizando misiones exploratorias para evaluar las necesidades en otras zonas. Próximamente se abrirá un nuevo programa en la ciudad de Nola, cerca de la frontera con Camerún, y se está realizando otra evaluación rápida en la ciudad de Gamboula.
Esta preocupante situación nutricional se debe a varios factores. El suroeste de la RCA es un región diamantífera que lleva meses sufriendo las consecuencias de la crisis económica. Muchas empresas del sector han tenido que cerrar sus puertas, dejando a otras tantas familias sin ingresos. La crisis económica se ha sumado a otros problemas crónicos de la región: la falta de acceso a servicios de salud (agravada por la crisis económica), el pico anual de malaria que se produce en la actual estación de lluvias y una alimentación demasiado pobre.
MSF trabaja en RCA desde 1997. En el noroeste del país, los equipos médicos atienden a víctimas de la violencia y el conflicto entre grupos rebeldes y fuerzas gubernamentales, en Paoua, Bocaranga, Batangafo y Kabo.