A pesar de que la situación en Bangassou se estabilizó el pasado lunes 15 de mayo, las rivalidades entre las fuerzas de autodefensa y los disidentes de la coalición Ex – Seleka provocaron un estallido de violencia en Bria, una ciudad en la que gestionamos un proyecto pediátrico.
El Ministerio de Salud, los Cuerpos Médicos Internacionales (IMC) y los equipos de Médicos Sin Fronteras presentes en la ciudad lanzaron un plan de contingencia y, entre el 15 y el 18 de mayo, 44 víctimas recibieron tratamiento en el hospital de Bria. Un equipo quirúrgico de Médicos Sin Fronteras llegó ayer para asistir a los heridos en el quirófano.
Buscando protegerse de los enfrentamientos, miles de habitantes de la ciudad han huido. Las familias se han establecido en el recinto hospitalario esperando que los beligerantes respeten la neutralidad y el estatus de protección del lugar. 15,000 ya se han refugiado en el campo PK3 para personas desplazadas, que ahora está tan sobrepasado que ya no puede hacer frente a la afluencia de personas. Durante la temporada de lluvias y con la malaria en su temporada pico, los recién llegados están expuestos a condiciones de vida extremadamente precarias, a pobres condiciones de saneamiento y a un acceso inadecuado al agua potable. Hemos incrementado la cantidad de clínicas dentro del campo para que quienes han huido tengan acceso a la atención médica.
Mientras tanto, la campaña de vacunación planeada para esta semana ha sido detenida. Esto implica que 6,500 niños menores de 5 años en el área seguirán privados de una importante medida de salud preventiva.
A los enfrentamientos se suman los ataques en los sitios de culto, comercios y edificios de gobierno locales asociados con una de las partes en conflicto. Estos ataques están causando divisiones étnicas y religiosas en Bria, y están alimentando el ciclo de represalias y ataques contra civiles que estallaron en el este del país hace meses.
La situación en la ciudad de Bangassou se ha estabilizado, pero sigue siendo volátil. Alrededor de 7,000 personas siguen refugiadas en la iglesia. Las actividades de rutina de MSF se han reiniciado en el hospital para cubrir las necesidades de la gran cantidad de pacientes, de los cuales muchos presentan condiciones médicas severas, principalmente debido a la malaria. Nuestros equipos también están gestionando clínicas móviles para proporcionar atención médica a las personas desplazadas por la violencia. Alrededor de 250 pacientes recibieron tratamiento en las clínicas móviles y 250 más fueron atendidos en el hospital entre el 16 y el 18 de mayo.
La semana pasada, los enfrentamientos en Alindao causaron un desplazamiento de la población hacia Bambari. Nuestros equipos en el hospital de Bambari atendió a seis personas desplazadas que fueron heridas. Otro equipo se encuentra en camino para evaluar la situación de las personas desplazadas en Mobaye y en Alindao y sus alrededores.