El actual modelo de I+D ha fracasado. La tuberculosis es el ejemplo
Los debates sobre salud que se están llevando a cabo en Ginebra durante esta semana tienen el potencial de conducir el modelo de investigación médica hacia un cambio crucial y así poder asegurar que los fármacos más necesarios y urgentes se desarrollen y sean accesibles, afirma la organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) y Knowledge Ecology Internacional (KEI).
Los representantes de todos los Ministerios de Salud miembros de la OMS, se reúnen estos días en la segunda ronda de negociaciones del Grupo de Trabajo Intergubernamental para la Salud Pública, la Innovación y la Propiedad Intelectual (IGWG por sus siglas en inglés). A ellos les ha sido encomendado definir un plan de acción para asegurar el desarrollo de nuevos medicamentos y garantizar la accesibilidad de los ya existentes.
El actual sistema de I+D ha fracasado. No está produciendo resultados, declaró el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales (CAME) de MSF. La tuberculosis (TB) es un ejemplo claro de ello, porque las pruebas de diagnóstico con las que contamos o bien están anticuadas o bien requieren de una tecnología punta. La consecuencia es que a día de hoy no tenemos ninguna herramienta práctica que nos permita diagnosticar la TB en las personas que viven con el VIH, las cuales son las que tienes más riesgo de muerte. Y debido a que los fármacos son muy débiles para tratar los tipos de TB resistentes, alrededor del 20% de los pacientes de VIH no coinfectados y dos tercios de los VIH coinfectados con la TB multiresistente mueren mientras toman el tratamiento.
Los gobiernos miembros de la Organización Mundial de la Salud conformaron en 2006 el IGWG después de la publicación del informe de la OMS que concluía que el actual sistema de propiedad intelectual no contribuye al campo de la innovación para las enfermedades que afectan masivamente a los países más pobres. De forma similar, un estudio publicado en The Lancet mostraba que tan solo un 1% de los 1.556 fármacos desarrollados en los últimos 25 años estaban destinados para enfermedades olvidadas como la tuberculosis.
El IGWG representa la primera oportunidad para que los países comiencen a construir un sistema de innovación médica y acceso a medicamentos que de prioridad a tales enfermedades, además de desarrollar herramientas de salud necesarias que sean asequibles.
Ésta es una oportunidad sin precedentes para cambiar el paradigma. Al IGWG se le está pidiendo desligar el coste de I+D del precio de las medicinas. Esto es enormemente importante, dijo James Love, director del Knowledge Ecology Internacional (KEI). Necesitamos nuevos mecanismos y respuestas institucionales para ir hacia un paradigma de innovación+acceso, antes que unas normas ineficaces basadas en intereses comerciales. Los grandes temas en la negociación son al mismo tiempo los más controvertidos: normas de patente, precios e I+D médica.
El modelo actual, en el que el coste de la investigación y desarrollo de medicamentos se paga mediante el precio de compra de los fármacos, supone que el desarrollo de los mismos se restringe hacia áreas en las que los beneficios económicos son lo primero y, por lo tanto, las enfermedades que afectan predominantemente a los países en desarrollo, son olvidadas. Al mismo tiempo, las patentes se utilizan para mantener artificialmente los altos precios de algunos medicamentos, así que se bloquea la competencia en el mercado.
La reunión que tiene lugar en el seno de la OMS corre el riesgo de resultar un fracaso debido a la oposición que están ejerciendo algunos gobiernos. Aunque esta reunión está basada en la Resolución de la Asamblea Mundial de la Salud que colocó la propiedad intelectual en la agenda, EE UU y los países de la Unión Europea están cuestionando la competencia de la Organización Mundial de la Salud en relación a la propiedad intelectual y la salud. Algunos gobiernos están tratando de limitar el alcance de estas reuniones a un número limitado de enfermedades, mientras que los países en desarrollo buscan soluciones más integrales.
Como organización médica, necesitamos que la innovación médica se lleve a cabo. Pero también necesitamos que los nuevos medicamentos existentes sean accesibles para aquellos que lo necesitan con más urgencia, dijo Michel Lotrowska, de la CAME. La innovación es insignificante cuando los productos de nueva generación están fuera del alcance de la mayoría.