En el marco de la Conferencia Internacional Francófona sobre el VIH y la Hepatitis (AFRAVIH por sus siglas en francés) que se celebra en Montpellier del 27 al 30 de abril, la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ha expresado su preocupación por la falta de avances significativos en la lucha contra el VIH/sida en varios países de África Occidental y Central.
En estos países, a pesar de la relativamente baja prevalencia de la enfermedad (a menudo inferior al 5%), únicamente un 20% de las personas VIH-positivas reciben la terapia antirretroviral (TAR) que necesitan. Es decir, muchas personas mueren antes de ser diagnosticadas.
Cuando vemos la situación en países como la República Democrática del Congo, Guinea o la República Centroafricana, nos sentimos como atrapados en el túnel del tiempo, explica el Dr. Eric Goemaere, especialista en VIH/sida de MSF. En nuestros proyectos, recibimos pacientes en estadios avanzados de sida que nos recuerdan lo que ya vimos antes de 2000 en los países de África del Sur, cuando apenas había tratamientos antirretrovirales disponibles.
La prevalencia del VIH es mucho más elevada en los países de África del Sur que en África Occidental y Central. Sin embargo, en África del Sur se ha avanzado mucho en los últimos 15 años gracias a la combinación de una fuerte voluntad política, apoyada por la provisión de importantes recursos económicos, y la capacidad de adoptar enfoques innovadores para mejorar la calidad de programas de tratamiento del VIH e incrementar el número de personas que lo reciben. Hoy, muchos países francófonos del África Occidental y Central carecen de estos elementos.
Los países de la región deberían reconsiderar radicalmente sus modelos de asistencia y tratamiento. Los enfoques actuales están muy centrados en la provisión de la atención por parte de los médicos, y así muchos pacientes quedan excluidos y no podemos controlar la transmisión de la enfermedad en la comunidad, afirma la Dra. Suna Balkan, coordinadora del grupo de trabajo de MSF sobre el VIH/sida. La experiencia ha demostrado que acercar la TAR a los pacientes y permitir que enfermeras y promotores de salud debidamente formados administren el tratamiento, sustituyendo a los médicos, da muy buenos resultados. Además, reduce la carga de trabajo de los médicos y las enfermeras, que pueden centrarse en los pacientes más graves.
Epicentre, el centro de investigación de MSF, presentará en la conferencia AFRAVIH los resultados de un estudio realizado en Chiradzulu, Malaui, en 2013. En este distrito, donde MSF y el Ministerio de Salud proporcionan atención a más de 28.000 pacientes, la cobertura de la terapia antirretroviral alcanza el 66% de la población VIH-positiva, y el 91% de los pacientes en tratamiento presentan una carga viral indetectable. Esto significa que los pacientes siguen su tratamiento correctamente y que el riesgo de que contagien el virus es extremadamente limitado.
El estudio también reveló un nivel de nuevas infecciones o incidencia muy bajo (0,4%), demostrando que es posible reducir la tasa de transmisión del VIH en una zona donde la prevalencia es elevada (17%), sobre todo gracias a un buen acceso al diagnóstico y tratamiento y a una excelente adherencia al tratamiento. Los resultados confirman la eficacia de las estrategias que MSF y el Ministerio de Salud han implementado en el distrito de Chiradzulu y en otros proyectos en la región: la detección precoz, el traspaso de tareas a personal menos cualificado, el inicio de la TAR por parte de enfermeras, el acercamiento del seguimiento a los domicilios de los pacientes, una supervisión regular, y el asesoramiento por parte de personal no médico y/u otros pacientes. Esto ha permitido ampliar el número de personas que reciben la TAR sin reducir la calidad de la asistencia dispensada.
No se trata de cortar y pegar fórmulas predeterminadas en países de África Occidental y Central, pues los contextos y la prevalencia difieren. Lo que importa es emular estrategias que se han demostrado efectivas, declara el Dr. Mit Philips, asesor de políticas de salud de MSF. Tanto los gobiernos, como los donantes internacionales y los organismos internacionales de salud deben hacer un mayor esfuerzo económico y político. Si el diagnóstico y el tratamiento del VIH no son gratuitos ni accesibles a las personas seropositivas, no podremos dispensar asistencia ni responder a las necesidades de los 2-3 millones de pacientes en África Occidental y Central que están esperando recibirlo.