El personal de los hospitales provisionales a lo que Médicos Sin Fronteras (MSF) brinda apoyo en la asediada zona de Ghouta Este, cerca de Damasco, ha informado un incremento del flujo masivo de heridos tras 20 días de intensos bombardeos sobre mercados y edificios civiles. En las últimas semanas, los centros hospitalarios han tratado al menos 150 pacientes al día por heridas de guerra. Al mismo tiempo, la táctica de sitio y bloqueo sobre zonas civiles sigue creciendo y se ha expandido a tres nuevas áreas al norte de la capital siria en las que viven alrededor de 600.000 personas.
Los 13 hospitales provisionales que reciben apoyo de MSF en Ghouta Este se han visto, de forma casi permanente, desbordados por la llegada de pacientes con heridas traumáticas entre el 12 y el 31 de agosto. Según los datos de seis de los centros, se han registrado 377 muertes y han resultado heridas 1.932 personas. Una de cada cuatro víctimas, 104 fallecidos y 546 heridos, eran menores de 15 años. La intensidad de los bombardeos ha afectado las líneas de comunicación, por lo que MSF no ha podido recabar datos detallados del resto de hospitales a los que presta apoyo.
“Este es uno de los meses más sangrientos en Siria desde el horrible ataque con armas químicas de agosto de 2013”, afirmó el Dr. Bart Janssens, director de Operaciones de MSF. “Está claro que, cada día, ha habido al menos 150 heridos de guerra en Ghouta Este durante esos 20 jornadas de ataques. Los hospitales que apoyamos son estructuras provisionales en las que conseguir un medicamento resulta muy arriesgado, y en este contexto es impensable que los centros tengan la capacidad para afrontar tal intensidad de emergencias”, añadió Janssens. “El inquebrantable esfuerzo de los médicos sirios por salvar vidas en estas circunstancias es absolutamente impresionante, pero la situación ha llegado a unos límites totalmente inaceptables”.
“Agosto ha sido el peor mes del que hemos sido testigos desde un punto de vista médico”, afirmó el director de uno de los hospitales en las áreas sitiadas. “Cualquiera que no está herido o muerto puede considerarse afortunado. ¡Ya está bien de miseria y sangre! ¡Ya está bien!”, afirmó.
Mientras, el asedio alrededor de Damasco se ha acrecentado y extendido. Tres nuevas áreas al norte de la ciudad (All Tall, Hameh y Qudsaya) y sus 600.000 habitantes se encuentran cercados desde el 22 de julio. Esto implica que las personas son detenidas y registradas y que no se permite la entrada de suministros, comida, combustible u otros productos básicos. Además, el sitio en zonas como Muadamiyeh se ha intensificado, con lo que no solo están bloqueados los suministros médicos y la comida, sino que incluso el paso de personas está suspendido. Ahora más que nunca, las evacuaciones médicas resultan imposibles, incluso para aquellos pacientes que necesitan con urgencia atención médica vital y avanzada.
“El asedios se traducen en que estas comunidades carecen de bienes básicos esenciales para su supervivencia”, afirmó Bart Janssens. “Estamos al tanto de casi 400 amputaciones llevadas a cabo en Ghouta Este en agosto. Muchas de ellas se podrían haber evitado si no hubiera tantos obstáculos para la atención médica en la zona. Aunque aún podemos hacer llegar algunos suministros médicos a través del frente, cada vez nos resulta más complicado”, explicó.
MSF está organizando el suministro urgente de material médico (5.000 bolsas de suero intravenoso y 1.500 de sangre) para reabastecer unas existencias que están casi agotadas en los centros.
Cuatro millones de sirios han huido del país y han buscado refugio en los países del entorno. Mientras, miles están arriesgándose a ser detenidos o incluso a perder la vida de camino a Europa. Casi dos millones de personas están sitiadas en enclaves como Ghouta Este, donde la violencia y la falta de suministros básicos son su día a día.
MSF trabaja en seis instalaciones médicas del norte de Siria y presta apoyo directo a más de 100 puestos de salud y hospitales de campaña por todo el país, en especial en zonas asediadas. La mayoría son estructuras provisionales sin personal de MSF a las que la organización facilita tanto apoyo material como formación a distancia para ayudar a los médicos sirios a afrontar necesidades extremas. La red de apoyo se ha ido creando en los últimos cuatro años.