Dos de los más importantes hospitales que apoya Médicos Sin Fronteras (MSF) en las áreas controladas por la oposición en la gobernación de Damasco, al suroeste de Siria, fueron dañados a causa de los bombardeos continuos.
Mientras que Alepo sigue siendo el foco de atención militar, diplomática y humanitaria, estos incidentes se produjeron en medio de un aumento de la respuesta militar del Gobierno de Siria y sus aliados. Los bombardeos tuvieron lugar 5 de octubre y destruyeron por completo el hospital Khan el Shi, en el sureste de Damasco: a lo largo de la tarde y de la noche, cuatro bombas y cerca de 20 misiles impactaron el centro médico y sus alrededores.
Como consecuencia, el ataque se cobró la vida de cuatro personas, dos pacientes y dos miembros del personal del hospital. Además, 11 pacientes resultaron heridos, nueve con heridas leves y dos con heridas graves que requerían atención quirúrgica.
Incubadoras neonatales destruidas
Dos días antes, durante la tarde del pasado 3 de octubre, varios misiles impactaron dos secciones del Hospital del Rif Damasco, en el suburbio de Duma, en la región de Guta oriental, causando gran daño y destrucción, sobre todo en las incubadoras del departamento neonatal y en el laboratorio. Ambas áreas eran indispensables para el buen funcionamiento del hospital, ahora con una capacidad de respuesta gravemente limitada.
Además, el mismo día, los dos hospitales de referencia más importantes de las áreas de Qudsaya y Hameh, al norte de Damasco, también sufrieron impactos.
Durante la tarde, la artillería golpeó directamente el hospital Qudsaya. Cinco pacientes resultaron heridos a causa del impacto, dos de ellos de gravedad. A pesar del leve daño, el hospital sigue en funcionamiento.
En el mismo periodo de tiempo, una bomba lanzada desde un helicóptero muy cercano al hospital de Hameh causó daños leves en el recinto, aún en funcionamiento.
“Este es otro capítulo indignante y atroz en la historia de violaciones del Derecho Internacional Humanitario de la guerra en Siria”
afirma Brice de le Vigne, director de operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF).
“Uno de los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario establece que los ataques indiscriminados contra las instalaciones médicas son totalmente inaceptables. Continuaremos denunciando estas situaciones incluso cuando la misma atención médica se convierta en una víctima del conflicto”, subraya.
MSF gestiona seis centros médicos en todo el norte de Siria y asiste a más de 150 centros de salud y hospitales en todo el país, tanto en Alepo como en otras zonas sitiadas.