Durante la tarde del pasado 29 de abril, unos 30 hombres enmascarados y armadosirrumpieron en el hospital Hazeh, en Guta oriental (un área de ciudades asediadas cerca de Damasco), con el fin de buscar a pacientes heridos específicos, y se apoderaron de la ambulancia del hospital.
A pocos kilómetros al sur, el punto médico de Aftares -también apoyado por nuestra organización- recibió el alcance de las balas después de dos días rodeado por los combates.
Ahora, sus médicos están atrapados, incapaces de recoger a los heridos y sin posibilidadalguna de evacuar a una zona más segura.
Por este motivo, suspenderemos nuestro apoyo médico a la región del Guta oriental hasta que existan señales claras de que las partes combatientes respetarán las instalaciones médicas.
Ningún respeto
Varios informes de los médicos que apoyamos en la zona describen graves incidentesocurridos los pasados 29 y 30 de abril. Durante ese periodo, los grupos armados de la oposición no mostraron absolutamente ninguna consideración por el estatus de protección de los pacientes, las instalaciones médicas y los médicos y sanitarios.
La zona rural de Guta oriental, cerca de Damasco, ha sido asediada por las fuerzas del Gobierno sirio desde principios de 2013.
Allí, hemos prestado apoyo remoto a la mayoría de las instalaciones sanitarias de la zona y hemos establecido una fuerte relación con los médicos, ayudándoles a mantener un espacio para ofrecer atención médica imparcial. También les hemos proporcionado apoyo médico técnico y material.
El 28 de abril, estallaron intensos enfrentamientos entre grupos armados de la oposición. En ningún momento, su conducta tuvo en cuenta la protección especial de la asistencia médica.
«En nombre de los médicos que apoyamos, condenamos en los términos más enérgicos la incursión armada a un centro de salud por parte de personas enmascaradas, la intimidación de los trabajadores de la salud y la toma de una ambulancia», sentenció Brice de le Vingne, nuestra responsable de Operaciones en el país.
Ni negociación ni opción
«También es de gran preocupación el tiroteo intenso y sostenido por parte de dos grupos armados en y alrededor de un hospital en funcionamiento. Hablando por encima del sonido ensordecedor de los disparos, las enfermeras que gestionan el pequeño punto médico de Aftares nos dijeron que sus instalaciones han sido golpeadas por balas, que han logrado tratar a unos pocos heridos, pero solo pueden realizar cirugías menores y vendajes, y que no pueden negociar una evacuación de sus pacientes a instalaciones mejor equipadas».
«Los espacios médicos están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario y deben seguir siendo un lugar de humanidad en medio de la guerra, tratando a todos -civiles o no- sobre la base de su necesidad médica. Hablaremos para defender la naturaleza de los espacios médicos protegidos y subrayaremos la necesidad de priorizar la protección de los pacientes y del personal médico. Hemos emitido peticiones claras a los grupos armados que operan en el área de Guta oriental, asegurándoles que el considerable apoyo médico de MSF a la zona será suspendido hasta que haya señales claras de que los beligerantes tomarán precauciones para asegurar el respeto de los pacientes, las instalaciones médicas y los trabajadores de la salud por igual», declaró.
Estas incursiones en los centros de salud y la obstrucción de la asistencia sanitaria se producen en un momento en el que se necesita más asistencia médica. Un hospital de campo cercano que también apoyamos hasta ahora había sido capaz de continuar funcionando. Los días 29 y 30 de abril, durante los dos días de intensos combates, recibió a más de 100 pacientes heridos.
En esta línea, hacemos un llamamiento a todos los grupos armados en Siria para que respeten la protección de los espacios médicos y de los pacientes durante su tratamiento. Esto significa evitar disparos o bombardeos, y desistir de las incursiones armadas, la intimidación de los médicos, el robo de ambulancias y de suministros hospitalarios, o el intento de detener o secuestrar a pacientes bajo atención médica.
Nuestras demandas a los grupos armados en Guta oriental son:
- Ningún arma o personas que lleven armas pueden entrar en instalaciones médicas.
- Los pacientes deben considerarse fuera del conflicto y se deben tomar las debidas precauciones por las partes en combate para evitar la acción directa o en el fuego cruzado contra la asistencia sanitaria, así como cualquier otro acto militar que pueda poner en peligro la atención médica de los pacientes.
- Se debe permitir y facilitar el transporte de los heridos y otros pacientes, independientemente de su identidad, así como el movimiento sin obstáculos de las ambulancias.
- Las instalaciones médicas, sus bienes y suministros, y las ambulancias no deben ser utilizados con fines militares.
- Se debe permitir la evacuación sin obstrucción de pacientes y médicos cuando necesitan trasladarse a un área más segura.
#NotAtarget #NoSonUnObjetivo
Operamos directamente cuatro establecimientos de salud en el norte de Siria y proporcionamos apoyo a más de 150 centros de salud en todo el país. En Guta oriental, apoyamos 19 hospitales de terreno, dos unidades de maternidad, siete centros de salud primaria y cinco puestos de salud. Muchos de estos son reciben completamente nuestro apoyo y algunos lo hacen por parte de varias organizaciones humanitarias, incluyendo la nuestra.
En poco más de tres meses -desde noviembre de 2016 hasta enero de 2017-, estas instalaciones proporcionaron 291.000 atenciones ambulatorias y de emergencia, 18.750 cirugías y 3.100 partos seguros.
Con el fin de preservar nuestra independencia por encima de motivaciones políticas, no aceptamos ningún tipo de fondos gubernamentales para financiar nuestro trabajo en Siria.