Médicos Sin Fronteras (MSF) llama a todas las partes del conflicto sirio a facilitar la evacuación de los heridos a causa de los recientes y violentos combates en Alepo, ciudad del norte del país cuya población se ha visto atrapada por los enfrentamientos y los ataques aéreos durante meses.
Una nueva ola de familias desplazadas está huyendo de la ciudad e intentando llegar a la frontera turca, donde normalmente se alojan con familiares o en campos para desplazados.
“Hacemos un llamamiento a todas las partes para que permitan a la población buscar refugio en lugares seguros y recibir ayuda humanitaria”, declara Raquel Ayora, directora de Operaciones de MSF. “Esta crisis humanitaria –continúa Ayora- ya de por sí grave, empeorará si los equipos médicos no tienen acceso a la zona y no hay forma de que lleguen los suministros médicos. Hablamos de decenas de miles de personas aisladas y desasistidas”.
Tras los combates entre las fuerzas gubernamentales y de la oposición armada del pasado 16 de febrero, 21 heridos fueron ingresados en un centro de MSF cercano a la frontera turca. Otros once heridos llegaron al hospital que MSF tiene en las afueras de la ciudad de Alepo. Los equipos médicos de este último centro se vieron obligados a evacuarlo debido a la inseguridad en la zona. Antes de salir, siete pacientes fueron estabilizados y trasladados a otros centros.
“Nuestra preocupación principal es que los combates bloqueen la única carretera abierta entre Alepo y la frontera septentrional con Turquía, y esto haga imposible que funcione el servicio de ambulancias y que se proporcione asistencia médica y humanitaria a la gente atrapada por la guerra en el este de Alepo”, afirma Ayora.
Tras la evacuación, voluntarios médicos de la zona acudieron al hospital para ofrecer cuidados de urgencia a los heridos, un nuevo símbolo del compromiso mostrado por las redes sirias de personal médico.
Durante los combates, se empleó artillería y los helicópteros atacaron tanto pueblos como los frentes de batalla. En Hayyan, localidad situada en una zona rural de Alepo, hubo informaciones de al menos un ataque con barriles explosivos, una táctica usada frecuentemente por el Ejército sirio durante el último año.
En 2014, los equipos de MSF que gestionaban el hospital evacuado llevaron a cabo 16.000 consultas (6.000 de ellas en la sala de urgencias) e ingresaron a 410 personas.
MSF también gestiona un hospital cercano a la frontera turca, donde un campo para desplazados acoge a unas 15.000 personas. La presencia del personal internacional de MSF en sus proyectos en Siria es extremadamente limitada debido a la inseguridad y las restricciones. Todo el personal evacuado de Alepo es de nacionalidad siria.
MSF gestiona varios hospitales dentro de Siria y proporciona apoyo a unas 120 clínicas, puestos de salud y hospitales de campaña en el país. MSF también trabaja en campos de refugiados para aliviar el sufrimiento de los sirios que han huido a Jordania, Líbano e Irak.