Idlib, 05 junio de 2015 – El ataque con tres misiles al centro residencial de un pueblo de la provincia de Idlib, en Siria, ayer por la tarde, supuso la afluencia masiva de heridos a uno de los hospitales de campaña apoyados por Médicos Sin Fronteras (MSF), en el cual se brindó asistencia a 130 personas. Este último incidente, que ha seguido a los tres anteriores reportados por MSF en los que se utilizaron bombas de cloro, evidencia la necesidad de incrementar de forma masiva la ayuda de emergencia a los equipos médicos que se encuentran en la línea de frente de esta crisis.
“A las tres y cuarto de la tarde, un avión de combate lanzó tres misiles en uno de los barrios más poblados del centro”, explica el director del hospital, quien pidió permanecer en anonimato por razones de seguridad. “Minutos más tarde, nuestro hospital de campaña, con doce camas, comenzó a recibir heridos. Enseguida la situación nos sobrepasó, con cuerpos en las mesas, en los pasillos, en el suelo. El personal médico y los voluntarios caminaban entre los heridos, haciendo lo que podían. Logramos tratar a 80 pacientes y tuvimos que rechazar a 50, dado que no teníamos capacidad para tratar sus heridas”.
“Apenas puedo imaginar el horror que estos médicos y enfermeros han enfrentado”, explica Bart Janssens, director de operaciones de MSF. “Sabemos por experiencia que una afluencia de 40 heridos en un hospital bien equipado y dotado de personal suficiente es de por sí un reto. Pero esto es el doble de heridos y en escasas horas, en una estructura improvisada y con un equipo médico limitado. Tanto éste como el resto de hospitales de campaña en Siria necesitan todo el apoyo que podamos darles”.
El director del hospital contactó a MSF poco después de las tres, cuando los heridos comenzaron a llegar. Solicitó el envío de bolsas de sangre, camillas y medicamentos. Los pacientes continuaron llegando hasta pasadas las siete de la tarde. Los suministros de emergencia han sido enviados hoy. En los próximos días se procurará un suministro general al hospital. MSF apoya a este centro médico desde 2013 a través de asesoramiento técnico y asistencia de emergencia.
Este incidente se suma a una serie de ataques con gas de cloro que se dieron en la misma provincia a finales de mayo cuando otros centros de salud atendieron a 136 pacientes con síntoma de envenenamiento con cloro. MSF envió 700 equipos para tratamiento de afecciones respiratorias a este centro de salud y a otros seis en la zona afectada.
Dada la inseguridad existente en Siria, MSF y otras organizaciones médicas sólo pueden ejercer actividades médicas de forma directa en escasas zonas donde la libertad de movimiento y la acción médica pueden ser negociadas con los grupos armados. Pero en otros lugares, con atrocidades como el uso de barriles bomba, ataques con misiles o ataques químicos casi a diario, se requiere que la asistencia médica adopte soluciones ágiles y flexibles, y que éstas se incrementen.
“Aún es posible proveer ayuda a Siria, pero el contexto es increíblemente difícil”, dice Janssens. “Se requieren soluciones creativas y flexibles. Tenemos que continuar ayudando a las redes de médicos sirios, como hacemos ahora con más de 100 hospitales y centros de salud que reciben ayuda de emergencia de forma regular, incluso aquellas que se encuentran en zonas asediadas”.
En el norte de Siria se encuentran actualmente operativos seis centros médicos de MSF. Durante cuatro años, la organización médico-humanitaria ha desarrollado una red de apoyo regular y ad-hoc de emergencia a médicos sirios en el resto del país, en áreas inaccesibles para sus equipos. Se ofrecen suministros de forma mensual y asistencia técnica a más de cincuenta instalaciones médicas improvisadas. Además, más de otras cien estructuras de salud permanecen en contacto con los equipos de MSF para alertar casos de emergencia y cuando existen necesidades de urgencia.