Los fuertes combates iniciados el pasado domingo en la gobernación de Alepo han aumentado su intensidad desde ayer. Las líneas de frente se acercan cada vez más a los campos de desplazados; de hecho, en el distrito de Azaz, algunos ya han sufrido ataques. Este recrudecimiento de los enfrentamientos ha forzado de nuevo a miles de personas a huir hacia la frontera turca. La situación en estos momentos es impredecible.
«Ahora mismo, creemos que solo cinco hospitales permanecen operativos en la zona, pero el personal médico de dichos centros, tan cercanos a los enfrentamientos, está huyendo. La situación es complicada, no sabemos lo que puede llegar a ocurrir», afirma Muskilda Zancada, coordinadora general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Siria. Aunque aún permanece abierto, la organización médico humanitaria ha reducido su equipo en el hospital en el distrito de Azaz, que ahora mismo solo puede proveer atención médica de urgencias.
MSF se muestra profundamente preocupada ante la falta de seguridad, las duras condiciones de vida y la falta de atención médica que tienen que afrontar decenas de miles de personas que, una vez más, se han visto obligadas a huir. En este momento, MSF no puede dar cifras sobre el nuevo número de personas desplazadas, pero los equipos van a hacer un estudio de sus necesidades lo antes posible. Ayer, varios equipos de la organización pudieron distribuir materiales de primera necesidad como mantas y colchones para 200 familias, y hay previstas nuevas distribuciones de material para hoy.