Los enfrentamientos, ataques, linchamientos, abusos y represalias arrecian en Bangui, la capital de la República Centroafricana, a pesar de la presencia de fuerzas armadas internacionales. La situación en la ciudad parece estar fuera de control.
Desde el mes de diciembre, los equipos de MSF trabajan en diferentes proyectos médico-quirúrgicos de la ciudad que han atendido a más de mil víctimas de la violencia. Todavía hoy, entre quince y veinte heridos llegan cada día al hospital Comunitario. Estos últimos días hemos recibido más casos graves. Machetazos en la cabeza y también gente con heridas en los brazos y en las manos, ocasionadas al tratar de evitar los golpes. También hemos recibido a varias personas que han sido apuñaladas en el abdomen, algunas de ellas en múltiples ocasiones. Hemos visto también pacientes torturados, brutalmente apaleados. Hemos tenido incluso un caso de empalamiento. La gran mayoría son hombres jóvenes, constata Laurent Sury, responsable de los programas de emergencia de MSF.
Esta violencia se hace extensiva incluso a las estructuras de salud, lo que perjudica seriamente el despliegue de la ayuda. El 24 de diciembre, un individuo armado entró en el dispensario de MSF del aeropuerto de Bangui. El mismo día, un hombre equipado con granadas, irrumpió en el hospital Comunitario. Un día después, los equipos de MSF en el hospital tuvieron que ser evacuados ante las continuas ráfagas de disparos y la presencia de numerosos hombres armados alrededor del centro sanitario, de los cuales tres consiguieron entrar en el recinto. El 29 de diciembre, hombres armados dieron el alto una ambulancia del ministerio de Salud y amenazaron a sus ocupantes con una granada. Los conductores no pudieron llegar a los heridos que tenían previsto transportar. Ese mismo día, hombres armados volvieron a hacer acto de presencia en el hospital con la intención de linchar pacientes. El personal del ministerio de Salud fue amenazado. Si bien en cada ocasión fue posible disuadir a los asaltantes, la seguridad de los pacientes ha resultado amenazada.
En cada irrupción, la tensión aumenta, los asaltantes son más agresivos y muestran más odio alerta Thomas Curbillon, coordinador general de MSF en Bangui. Es inaceptable que las estructuras de salud no sean respetadas y que sus límites no sean respetados. Estos individuos armados constituyen una amenaza para los pacientes y para los equipos médicos. Los movimientos son difíciles, la inseguridad y los disparos en los barrios y en el hospital complican los desplazamientos. Los nuestros porque queremos llegar a los heridos, pero también los de los pacientes que necesitan llegar a nosotros. Los enfermos y heridos no tienen acceso a los servicios médicos de una manera rápida y segura, denuncia Thomas.
MSF ya apeló el pasado nueve de diciembre al fin de las amenazas, presiones y abusos cometidos en los hospitales de Bangui. Hoy reitera ese llamamiento a las partes en el conflicto para que permitan el acceso de heridos y enfermos a los hospitales. MSF demanda asimismo el fin de la violencia contra la población civil, los pacientes y el personal médico que trabaja en las estructuras de salud de Bangui y del resto del país.
MSF lleva trabajando en la RCA desde 1997, con siete proyectos regulares (en Batangafo, Bogula, Carnot, Kabo, Ndéle, Paoua y Zemio) y con cuatro proyectos de urgencia (en Bangui, Bossangoa, Bouca y Bria). Además, equipos móviles están cubriendo las zonas de Bouar, Yaloké y los campos de desplazados de Bangui. De aquí a fin de año, MSF espera poder intervenir asimismo en los hospitales de Bangassou y Ouango. En total, ofrecemos servicios médicos gratuitos a cerca de 400.000 personas, con una capacidad hospitalaria de 800 camas, en siete hospitales, dos centros de salud y cuarenta puestos de salud. Empleamos a cien especialistas internacionales y mil cien centroafricanos.
Actividades de MSF en Bangui
Centro de Salud Castor. Desde el 7 de diciembre : 343 víctimas de violencia, 70 mujeres con complicaciones gineco-obstétricas y 89 partos.
Hospital Communautaire. Entre el 2 y el 27 diciembre, 648 víctimas de violencia (363 heridos por arma de fuego, 128 por arma blanca) y 428 personas hospitalizadas.
Cientos de miles de desplazados huyen del caos y se reagrupan en improvisados campos no adaptados a sus necesidades, en condiciones sanitarias terribles y con riesgos de erupción de epidemias. MSF presta asistencia médica a estas poblaciones, que requieren de una mayor ayuda material.
Atención médica a las 100.000 personas desplazadas en el aeropuerto de Bangui. 800 consultas de media al día: 30% relacionadas con malaria, 13% con infecciones respiratorias agudas. 6-7 partos diarios.
Atención médica a las 34.000 personas desplazadas en el monasterio de Boy Rabe. 400 consultas de media al día: 30% relacionadas con malaria, 13% con infecciones respiratorias agudas, 10% por diarrea. Entre 3 y 4 partos al día.
Atención médica a las 27.500 personas desplazadas en el centro Don Bosco. 140 consultas de media al día. 40% por malaria, 16% por diarreas, 10% con infecciones respiratorias agudas, entre 3 y 4 partos al día.