En la madrugada del sábado 3 de abril, una ambulancia de Médicos Sin Fronteras (MSF) claramente identificada como tal, y que viajaba desde Rokero al hospital Al-Fasher en Sudán, fue secuestrada. A los pasajeros, entre quienes había una mujer embarazada que estaba siendo derivada al hospital para recibir tratamiento de emergencia, les robaron todas sus pertenencias y les dejaron junto a la carretera en un lugar remoto.
Las cuatro personas pasajeras (la paciente, su cuidador, una partera y el conductor) ahora están a salvo. La paciente pudo recibir el tratamiento que necesitaba después de que encontraron al equipo y pudo continuar su trayecto al hospital.
Monica Camacho, directora de escritorio de MSF para África Oriental, dijo lo siguiente:
«Condenamos este ataque a la atención médica en los términos más enérgicos. Es impactante que alguien ataque a una ambulancia que transportaba a una mujer embarazada al hospital para recibir tratamiento de emergencia. Afortunadamente, la paciente, una futura madre y su bebé aún sin nacer, no sufrieron consecuencias médicas como resultado de este ataque.
«MSF se ha visto obligada a detener todas las derivaciones al hospital de Al-Fasher hasta que podamos garantizar la seguridad de las y los pacientes y del personal médico. Hacemos un llamado a todas las partes de la zona para que respeten la entrega de la ayuda médico-humanitaria que tanto necesitan».
En Rokero, una zona montañosa del estado de Darfur llamada Jebel Marra, brindamos atención médica en un hospital administrado por el Ministerio de Salud. Gestionamos el departamento de internación, urgencias, maternidad y partos. También tenemos una sala de observación donde los pacientes pueden permanecer bajo la vigilancia del personal médico y un centro de hospitalización y alimentación terapéutica para niños con desnutrición. Las derivaciones a Al-Fasher se realizan para quienes necesitan atención médica más avanzada que la que se puede brindar en el centro.