Desde enero de 2017, han llegado a Uganda más de 230.000 sudaneses del Sur, huyendo de la escalada de violencia generada por varios grupos armados de la región ecuatorial, y todos necesitan ayuda humanitaria inmediata.
Los cambios presentados por la Administración de los Estados Unidos (EEUU) que buscan limitar la concesión de asilo a la población centroamericana que huye de la violencia en sus países, junto con la lentitud para procesar las solicitudes en los pasos fronterizos, están construyendo un muro administrativo que aumenta la vulnerabilidad de la población centroamericana y la expone a situaciones recurrentes de violencia a manos de las organizaciones criminales que operan en territorio mexicano.
La escalada de violencia de la guerra en Ucrania impacta en la salud mental de la población. Sin una atención psicológica adecuada, el miedo y el trauma de las personas pueden convertirse en trastornos de estrés, ansiedad y depresión.
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