El 25 de julio de 2012, el presidente internacional de MSF, el Dr. Unni Karunakara, visitó Bangui, capital de la República Centroafricana, para reunirse con el Presidente François Bozizé, el Ministro de Sanidad Jean-Michel Mandaba y varias organizaciones internacionales y hablar sobre lo que debe hacerse para mejorar un sistema de salud en deterioro. También visitó el hospital de Paoua, al noroeste del país, dirigido por MSF en asociación con el gobierno. La visita del Dr. Karunakara es el resultado de los esfuerzos que MSF está haciendo para atraer la atención hacia la alarmante situación de la población de este país, tal y como demuestra el informe, República Centroafricana: una crisis silenciosa, publicado por MSF a finales de 2011.
¿Cuáles son los problemas más apremiantes que hay que abordar en RCA?
Las encuestas realizadas por MSF en RCA revelan alarmantes tasas de mortalidad, comparables a las de las más graves crisis mundiales. El año pasado, MSF realizó cinco estudios distintos sobre la mortalidad y los resultados obtenidos son especialmente inquietantes. La encuesta más reciente efectuada al respecto la primavera pasada en el noroeste del país muestra que es fundamental que los niños tengan un mejor acceso a la atención sanitaria. En realidad, un 60% de los niños menores de cinco años que fallecen, lo hacen en casa, y el 13% de éstos de camino al hospital.
También predominan las enfermedades tratables como la malaria, el VIH/sida y la tuberculosis, que sin embargo son responsables de un gran número de muertes. Cada uno de los habitantes de este país sufre como mínimo un episodio de malaria al año. Esta enfermedad es la que se cobra más vidas, y también la primera causa de muerte entre los pacientes hospitalizados. A principios de julio, es decir en plena estación de la malaria, la República Centroafricana tuvo que hacer frente a una falta parcial, casi total, de medicamentos antipalúdicos.
¿Cuáles son las razones de esta crisis alimentaria?
En primer lugar, el limitado acceso a la atención sanitaria. Los recursos humanos son muy escasos y hay muy poco personal cualificado. El país dispone sólo de un puñado de médicos especialistas y no cuenta más que con unos 300 médicos generalistas para una población de unos cinco millones de habitantes. La mayor parte de éstos viven en la capital, Bangui, y muchos están en paro. Casi todas las prestaciones médicas debe pagarlas el paciente de su bolsillo con lo que son muchos los enfermos que no acuden a los centros de salud.
En segundo lugar, el sistema de salud no responde a las necesidades de los ciudadanos. A pesar de sus esfuerzos, el Ministerio de Sanidad apenas si está presente fuera de la capital. Hay pocas estructuras de salud. La falta de medicamentos es frecuente. No conocemos la amplitud de los problemas sanitarios del país sencillamente porque no hay cifras.
En definitiva, falta más implicación en cuestiones de salud. El gobierno no ha respetado lo acordado en la Declaración de Abuja según la cual debería consagrar un 15% de sus gastos a la salud. De momento éstos se acercan más al 10% y todavía no han sido asignados. Los actores internacionales también han reducido sus fondos para la salud en la República Centroafricana. Es inaceptable.
¿Qué temas abordasteis en la reunión con el Presidente y con el Ministro de Sanidad?
Sobre todo abordamos el problema de la malaria, un fenómeno «holo-endémico» en RCA, o dicho de otra manera, cada habitante de este país sufre como mínimo esta enfermedad una vez al año. Es la enfermedad más extendida en RCA, casi la mitad de las consultas en nuestros centros de salud se deben a la malaria y es la principal causa de muerte, sobre todo entre los niños de corta edad.
Disponemos de todos los medios necesarios para combatirla: pruebas rápidas de diagnóstico que permiten identificar fácilmente la enfermedad; medicamentos eficaces, fáciles de tomar y relativamente baratos; mosquiteras impregnadas de insecticida de larga duración para prevenir completamente la infección También sabemos que una solución podría consistir en diagnosticar y tratar a todas las personas con fiebre en todas las comunidades, incluso en las aldeas más remotas. Sin embargo, el mes antes de mi llegada hubo una ruptura de stocks de antipalúdicos casi total y las estructuras de salud gubernamentales se quedaron sin medios para luchar contra el paludismo. Lo peor de todo es que esto ocurrió en plena estación del paludismo, cuando el país tiene que hacer frente a un aumento del número de casos en un 50% o más.
En 2011, MSF trató a más de 243.000 personas con malaria en RCA, y a más de 121.000 durante el primer semestre de 2012. En el trascurso de la reunión con el Presidente y las agencias internacionales presentes en RCA, hicimos especial énfasis en el hecho de que la lucha contra esta enfermedad debe ser la principal prioridad del país. Un programa nacional de lucha contra la malaria dirigido y bien gestionado podría reducir la mortalidad y también crear un marco para los trabajadores sanitarios que en el futuro también podrían realizar otras misiones sanitarias. Organizando regularmente mesas redondas, presididas por el Presidente o el Primer Ministro, con los principales actores en la lucha contra la malaria (Ministerio de Sanidad, agencias de Naciones Unidas, ONG y financiadores internacionales), podríamos obtener rápidamente resultados positivos. Apelamos también a una mayor implicación internacional en la lucha contra esta enfermedad. Ello reduciría no sólo la mortalidad por malaria sino también otras causas de mortalidad infantil en este país. Es pues responsabilidad de la comunidad internacional, incluido el Fondo Mundial, las agencias de Naciones Unidas y las ONG internacionales, garantizar que no escaseen los medicamentos, las mosquiteras o las pruebas diagnósticas durante la estación de la malaria.
¿Cuál es el trabajo de MSF en esta región?
MSF trabaja en la República Centroafricana desde 1997. Actualmente lleva a cabo proyectos en 5 de las 17 prefecturas del país, la mayoría de ellos, pero no todos, situados a lo largo de las fronteras más inestables. Tenemos proyectos en Carnot en Mambéré-Kadéï; en Paoua en Ouham-Pendé ; en Boguila, Kabo y Batangafo en Ouham; e Ndele en Bamingui-Bangoran y en Zémio en Haut Mboumou. Solo en 2011, MSF realizó en este país unas 610.000 consultas externas y unas 29.000 en hospitales.
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