Después de estar en cuarentena más de 14 días y a pesar de que toda la tripulación dio negativo en dos pruebas de COVID-19, al Sea Watch 4 se le ha negado un cambio de tripulación con el buque fondeado y ahora debe ingresar al puerto de Palermo. En estas circunstancias, prevemos que el Sea Watch 4 va a continuar una tendencia de obstaculización de los barcos de búsqueda y rescate, tendencia por la que el barco sería posteriormente paralizado.
Ellen van der Velden, directora las operaciones de búsqueda y salvamento de Médicos Sin Fronteras:
«Y así comienza. Otro final anunciado, otro desenlace predecible. Dado que no se ha dejado otra posibilidad al Sea Watch 4 que ingresar en un puerto italiano, ya sabemos de antemano que es muy probable que no vayan a permitir que el barco salga. Y que todo esto termine de nuevo en otro barco humanitario más atrapado en una red de obstáculos, tecnicismos y barreras. Si así fuera, este sería el quinto barco de salvamento incautado en el lapso de cinco meses. Argumentos insignificantes, pero aprovechados para evitar nuestro trabajo: salvar vidas en el mar. Mientras la noticia de otro naufragio mortal frente a las costas de Libia retumba en nuestras cabezas, la presión por eliminar del todo las operaciones de búsqueda y rescate resulta cruel, en el mejor de los casos. En el peor, es criminal. Sin embargo, las autoridades italianas dirán que somos nosotros quienes infringimos la ley y la verdad quedará oculta bajo la retórica de la legislación marítima o la preocupación de salud pública. Pero el propósito real de todo esto es evitar que los barcos de salvamento rescaten a personas en el Mediterráneo central. Porque, a pesar de todo lo que escuchamos sobre compromisos con una humanidad compartida, lo cierto es que, en el caso de las fronteras europeas, algunas vidas sencillamente no importan».
El 15 de agosto, el Sea Watch 4, operado conjuntamente por la ONG alemana Sea Watch y Médicos Sin Fronteras (MSF) salía de España en su primera misión conjunta hacia Mediterráneo central.
Entre el 22 y el 24 de agosto, los equipos de Sea Watch y MSF rescatamos a 202 hombres, mujeres y niños, en tres operaciones. Cuatro días después, el 29 de agosto, trasladaron a bordo a 152 personas más desde el buque Louise Michel después de que este declarara el estado de emergencia y no pudiera navegar debido a un exceso de capacidad peligroso. Del total de rescatados, más de 100 eran niños y menores no acompañados, siendo el superviviente más joven a bordo menos de dos años. Durante el transcurso de la misión, nuestros médicos realizaron 461 consultas en cubierta y en la clínica.
Once días después de su primer rescate, las autoridades italianas asignaron Palermo como lugar seguro y dieron instrucciones al Sea Watch 4 para trasladar a las 353 personas rescatadas a un ferry en la rada de Palermo. Tras el desembarco el 2 de septiembre, el Sea Watch 4 inició su cuarentena obligatoria fondeado frente a la costa de Palermo. En el séptimo día de aislamiento, la Cruz Roja Italiana visitó el Sea Watch 4 y realizó pruebas de COVID-19 a la tripulación, todos los miembros dieron negativo.