Toda la basura que cubría las calles tras el paso el tifón ya ha sido retirada y está todo mejor, explica Foura Sassou Madi, jefe de misión en Taclobán, donde MSF ha instalado un hospital inflable. Ya hay agua y electricidad, y los colegios, las tiendas y los negocios ya están otra vez en marcha. Algunos edificios han sido restaurados y se han instalado muchos refugios temporales para los que se quedaron sin hogar a causa del tifón.
Aunque la gente trata de volver a tener una vida normal, se están dando cuenta de que la normalidad nunca va a volver, explica Alexander Buchmann, coordinador de emergencia en Guiuan, donde MSF tiene un hospital de campaña con 60 camas. En Guiuan, toda la población se vio afectada por el tifón: la gente perdió sus casas, sus trabajos, y a parte de sus familiares y seres queridos; estas heridas tardarán mucho tiempo en cicatrizar.
Filipinas: después de la emergencia
En los tres meses que MSF lleva trabajando en Filipinas, las necesidades médicas se han reducido. El equipo de la organización en Guiuan ha informado que tras el pico inicial de pacientes después del paso de Haiyán, los casos se han estabilizado. Todavía hay algunos casos relacionados con el tifón, explica Buchmann. Aún hay gente afectada por afecciones respiratorias e infecciones cutáneas, y todavía estamos viendo pacientes con enfermedades crónicas que se han quedado sin medicación. Hay personas que, a causa de sus problemas de salud, necesitan un tratamiento diario; la gente no deja repentinamente de estar enferma porque su vida se haya visto trastornada a causa de un desastre natural.
El equipo de MSF en Taclobán está tratando también a personas que han resultado heridas mientras estaban intentando reconstruir sus casas. Hemos visto muchos cortes y heridas en manos y en pies causadas por cables o hierros, explica la doctora Emma Clark. También atendimos a dos pacientes con quemaduras graves. Se las hicieron mientras estaban transportando un bloque de hierro oxidado que entró en contacto con un cable eléctrico que estaba en mal estado.
Muchos niños también han sufrido heridas mientras jugaban entre escombros o en áreas en construcción. Hay madres que están trayendo a bebés y niños con problemas respiratorios y gastrointestinales, que son resultado de vivir hacinados en casas y centros de acogida.
La semana pasada vimos un caso especialmente duro, explica la doctora Emma Clark. Una familia formada por cinco personas que vivía en una tienda de campaña llegó a nuestro centro con quemaduras muy graves: se había caído una lámpara de keroseno en la tienda. El bebé y la niña pequeña no sobrevivieron a las heridas. Imagínate la situación de la familia: pierden todo a causa del tifón y, tres meses después, pierden a dos miembros de su familia.
El equipo en Taclobán trata cada semana a dos o tres niños que han ingerido queroseno, que se encuentra en muchas casas y en tiendas de campaña y se usa para cocinar y para proporcionar luz.
En el último mes, MSF ha ido adaptando sus actividades a las necesidades de la población, retirándose gradualmente de las zonas donde ya han llegado otras organizaciones o las necesidades médicas ya han sido cubiertas, pero permaneciendo en las áreas donde aún se necesita asistencia médico-humanitaria.
MSF continuará facilitando asistencia en los hospitales, haciendo cirugía y dando soporte psicológico hasta que los servicios sanitarios estén totalmente restaurados.
La presencia de MSF es todavía realmente pertinente aquí en Tacloban, explica Sassou. Cada día hay colas de pacientes en las consultas externas. Sólo la semana pasada atendimos a 2.406 personas. Los datos de nuestra maternidad y de la unidad de urgencias no muestran que la asistencia y el número de personas atendidas no están disminuyendo. Cuando los niños regresaron a la escuela dimos comienzo una nueva intervención psicológica. Cada día hay gente que viene a vernos porque no pudieron conseguir atención en otra parte.
Esta semana, MSF recibió la autorización para la construcción de un hospital temporal en Guiuan. A este hospital prefabricado transitorio serán trasladados los pacientes del hospital de campaña actual hasta que el Hospital de Guiuan, dañado el tifón, pueda ser reconstruido. Una vez que el hospital provisional esté terminado se entregará al Ministerio de Salud que será el encargado de gestionarlo.
«Nuestras tiendas de campaña de emergencia no son una solución a largo plazo. Durante la mayor parte de enero, las lluvias torrenciales situaron las tiendas de campaña al límite. Además, la población de Guiuan estaba lógicamente preocupada por la posibilidad de la llegada de otro tifón. Ayer mismo empezamos a limpiar el terreno reservado para el hospital provisional. Este centro, que está diseñado para perdurar cinco años, debería estar en funcionamiento en cuatro meses. Hacer que nuestros pacientes dispongan de este nuevo hospital es lo mejor que podemos hacer para mejorar la calidad de la atención que reciben».
MSF en Filipinas
Durante los tres meses posteriores al paso del tifón Haiyan, los equipos de emergencia de MSF han proporcionado atención médica, apoyo en salud mental y distribuido miles de kits de ayuda humanitaria esencial. Mediante barcos, helicópteros, avión y carretera, los equipos de emergencia de MSF han proporcionado ayuda imprescindible en algunas de las zonas más afectadas del país.
Además de tiendas de campaña, materiales de cocina, comida y ayuda para la reconstrucción, MSF ha proporcionado a decenas de miles de personas agua potable en los alrededores de Guiuan en el este de la isla de Samar, en las zonas circundantes a Tacloban, en Ormoc, Santa Fe y Burauen en la isla de Leyte, y en las proximidades de Estancia y en el noreste del archipiélago de Panay.
En los últimos tres meses, los equipos de emergencia de MSF han realizado 81.261 consultas externas, 1.639 personas han sido ingresadas, se han realizado 516 cirugías, han asistido en el nacimiento de 589 bebés y han distribuido 94.033 artículos de ayuda humanitaria, incluyendo kits de abrigo y refugio, tiendas de campaña, mosquiteras y kits de higiene y de cocina.
Los equipos de emergencia en Guiuan están volcados en las actividades de agua y saneamiento y de prevención del dengue. Hasta el momento, han limpiado 85 pozos y distribuido 372.800 pastillas purificadoras del agua que proporcionan agua limpia a la población. MSF también ha distribuido alimentos para 11.000 familias en el noreste archipiélago de la isla de Panay. En la misma zona, 14.999 niños han sido vacunados contra el sarampión y 4.654 contra la poliomielitis.