El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha publicado los precios que paga por las vacunas, en un intento de aumentar la transparencia y estimular la competencia entre las compañías productoras. Esto supone un gran avance, ya que gobiernos y otros organismos compradores y financiadores de vacunas para países en desarrollo ahora tendrán una valiosa referencia para negociar precios con los productores.
Es un gran paso adelante, hasta ahora los países tenían dificultades para saber lo que cargaban las compañías por vacunas específicas, afirma Daniel Berman, director adjunto de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales (CAME) de Médicos Sin Fronteras (MSF). Una total transparencia en los precios facilita la competencia y permitirá a los compradores elegir las mejores opciones para sus programas de inmunización.
Unicef es uno de los mayores compradores de vacunas del planeta. En 2010 adquirió más de 2.000 millones de dosis para el 58% de los niños de todo el mundo, por un importe de 757 millones de dólares americanos. Hasta enero de 2011, y a diferencia de otras agencias, Unicef sólo publicaba una media ponderada de precios para evitar confrontaciones con sus proveedores.
A principios de este año se estableció un sistema voluntario de reporte que incorporaba los precios anuales pagados por Unicef en la última década, en el que se pueden apreciar las diferencias de precios entre las distintas compañías productoras. Pese a algunas reticencias iniciales, la mayoría de productores dieron su consentimiento para que Unicef publicara los precios retrospectivos. De ahora en adelante, el reporte será sistemático y los precios de las compañías serán publicados con regularidad.
Teniendo acceso a estos precios, los compradores podrán beneficiarse de la creciente capacidad de los países emergentes para desarrollar y producir vacunas de calidad a precios sensiblemente más bajos, añade Berman.
La Alianza Global para las Vacunas y la Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés) – uno de los grandes financiadores de vacunas para países de rentas bajas – también puede contribuir a abaratar los precios. MSF urge a la GAVI a que use su poder de compra para estimular la competencia y crear incentivos para los productores de países emergentes, a fin de acelerar el desarrollo de versiones adaptadas de vacunas a precios más bajos.
Los países en desarrollo se beneficiarían de vacunas más fáciles de almacenar y transportar, que no necesitan refrigeración y son más sencillas de administrar, por vía oral o mediante parches, en lugar de agujas. La GAVI debe usar su poder para animar a los fabricantes en esta dirección, concluye el Director Adjunto de la CAME.