Tras cinco meses de intensas negociaciones con las autoridades, la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), logró entrar el pasado sábado 16 de enero a la ciudad sitiada de Taiz, al sur de Yemen, con dos camiones llenos de suministros médicos esenciales.
Los puntos de acceso y los intensos enfrentamientos han impedido que la ayuda médica humanitaria llegue al enclave que se encuentra sitiado desde agosto, que fue la última vez que los hospitales en el área recibieron cualquier tipo de suministros médicos. La severa escasez provocó la suspensión de los tratamientos por heridas y las cirugías.
“Estamos muy satisfechos de haber logrado la entrada de los suministros médicos a los hospitales en el área sitiada ya que están viendo a un gran número de pacientes con heridas de guerra,” dice Karline Kleijer, coordinadora de emergencia de MSF en Yemen. “Estos suministros médicos esenciales -incluyendo tubos torácicos, anestésicos, sueros y antibióticos- ayudarán a la realización de cirugías vitales en los hospitales”, agregó Karline.
La población de Yemen que vive en condiciones de hacinamiento en esta área sitiada, dice que la comida, el agua y el combustible se están volviendo increíblemente difíciles de conseguir, y que el precio de los artículos esenciales está incrementándose dramáticamente.
“Una gran parte de la población de Taiz está desplazada dentro de la ciudad”, dice Kleijer. “Están luchando diariamente por su sobrevivencia, y pelean por conseguir el suficiente alimento y agua, debido al elevado costo de las necesidades básicas y la predominante violencia.»
Los bombardeos aéreos golpean a la ciudad de Taiz diariamente, y los habitantes viven con miedo a los francotiradores, a las balas perdidas y a los proyectiles de mortero que están siendo usados indiscriminadamente por parte de los dos grupos en conflicto.
Los heridos luchan por llegar a las clínicas y hospitales debido a los enfrentamientos, a las dificultades para cruzar las líneas de fuego y a la falta de transporte provocada por la escasez de combustible.
Taiz tenía 20 hospitales para su población de 600.000 habitantes; pero ahora sólo seis están funcionando parcialmente. La atención médica básica está siendo brindada principalmente por el personal médico en los hogares de las personas.
Además, las instalaciones médicas en Taiz y el resto del país están siendo blancos de guerra y han sido alcanzadas por bombardeos aéreos y balaceras. Recientemente, el pasado 10 de enero, el hospital Al Shiara, apoyado por MSF en Razeh, al norte de Yemen, fue impactado por un proyectil dejando un saldo de seis muertos y 8 heridos.
“Durante la guerra la gente tiene derecho a la atención médica, impedir que la gente acceda a atención médica nunca debería ser utilizado como una herramienta militar. El que estos suministros esenciales hayan llegado al área sitiada es una buena noticia para la gente que vive en el lugar,” dice Karline. “Pedimos a todas las partes involucradas en el conflicto que reduzcan el sufrimiento de las personas en Yemen y que permitan el acceso de suministros médicos y de los esenciales como alimento y combustible a todas las áreas severamente afectadas del país.”