Nuestros equipos en Yemen siguen siendo testigos de la escalada de combates. Para responder al creciente número de heridos de guerra, tres infraestructuras de salud de Hudaida, Mocha y Adén han aumentado el número de camas. Entre el 1 y el 10 de noviembre, hemos atendido a 134 heridos de guerra (entre ellos, 14 mujeres y 24 niños) en nuestros centros médicos de Mocha y Hudaida. La mayoría de los pacientes presentaban lesiones por disparos, explosiones y metralla.
Chris Hook es médico y trabaja en el hospital Al Salakhana, nuestro centro hospitalario en Hudaida. Así relata el impacto de la ofensiva sobre la ciudad que comenzó el 1 de noviembre:
«Puedes oír el fuego de artillería y los bombardeos la mayor parte del día y de la noche.
La mayoría de las heridas que atendemos fueron causadas por diparos y explosiones. Estamos viendo a personas que han perdido extremidades, pacientes con lesiones graves en el tórax y en el abdomen, personas con heridas grandes y profundas que en algunos casos requieren la amputación de miembros.
Muchos de los habitantes de Hudaida se han marchado. Muchas zonas de la ciudad están casi vacías. Si vas por el centro de la ciudad se ve que muchas de las tiendas están cerradas. Para muchos residentes resulta muy complicado conseguir una comida adecuada.
El agua escasea a menudo y solo está disponible unas horas de forma irregular. Muchas de las carreteras han sido bloqueadas con arena o con camiones y otras barreras. Quienes quedan en la ciudad son, sobre todo, personas que no tienen a dónde ir. Les resulta muy complicado marcharse. Hemos visto pacientes que resultaron heridos como resultado de un ataque mientras trataban de huir.
Los combates se han intensificado en la última semana. Escuchamos más bombardeos y disparos de mortero y cada vez suenan más y más cerca de la zona del hospital. También hay enfrentamientos con armamento ligero que resuenan más cerca del hospital Al Salakhana en el que estamos trabajando.
A medida que todo esto pasa, aumenta nuestra preocupación por la seguridad de nuestros equipos, del personal sanitario y de la población local.
Como resultado del recrudecimiento de los combates somos testigos de un sustancial incremento del número de pacientes heridos. Estamos viendo más y más lesiones provocadas por metralla y heridas graves causadas por disparos directos o balas perdidas.
Si las cosas siguen así, desde MSF esperamos poder responder a las necesidades de la población local en el hospital Al Salakhana, ya que gran parte del resto de centros de salud locales también están bajo una presión cada vez mayor y necesitan ayuda«.